nOTAS SOBRE EL CINEMATOGRAFO

Por Javier Porta Fouz. No sé hace cuántos años tengo el libro de aforismos de Bresson, la edición es de 1997 así que la compré después de ese año, pero no sé cuánto después. Lo que sé es que es un libro al que vuelvo con frecuencia, es de esos que se pueden volver a ojear y hacernos creer que uno o dos minutos fueron productivos. Los aforismos de Bresson son hasta tuiteables. Me encanta la definición de aforismo, tiene la contundencia de un aforismo: “Sentencia breve y doctrinal que se propone como regla en alguna ciencia o arte.”

Las nociones de Bresson… Bueno, Bresson, si no lo conocen, es uno de los más grandes directores de la historia del cine, y si no vieron ninguna de sus películas pueden empezar por estas tres: Un condenado a muerte escapa, Mouchette y El dinero. Las nociones de Bresson sobre la actuación son por un lado mayormente inaplicables y por otro muy productivas para pensar o repensar el cine. Hoy quiero detenerme en las opiniones de Bresson sobre actuaciones, uno de los aspectos que suelen resultar más complicados de describir y evaluar a la hora de hacer crítica. Bresson prefería hablar de “modelos” y no de actores y, llevado al extremo, el método Bresson es el de “un modelo, un personaje”. No se actúa, se aparece una vez en el cine, y ya.

Esta semana escribí para La Nación la crítica de Una pistola en cada mano, de Cesc Gay, película con un elecno español y argentino multiestelar. Aquí la crítica. No es posible la extensión indefinida de una crítica en un diario, y hubo cosas que me quedaron por decir sobre las actuaciones, en especial la de Leonardo Sbaraglia. El director lo pone a hacer de español y a hablar en español de España. Y no recuerdo nada que indique en la película que su personaje no sea español nativo. Entonces, por más que el actor intente con esfuerzo actuar el acento, los modos, el vocabulario, a mí me resultó una composición muy artificial. Y si bien creo que las máximas de Bresson son extremas, en su maximalismo señalan buenos ángulos para encarar problemas críticos y creativos. Antes de los aforismos seleccionados que siguen, aclaro que Una pistola en cada mano no me parece mala, que he visto varias buenas actuaciones de Sbaraglia  (El campo, Sin retorno) y que el director Cesc Gay tiene algunas muy buenas películas (Krámpack, Ficción). Pero, en este caso, para el primer segmento de la película unas Notas sobre el cinematógrafo bressonianas podrían haber ayudado:

“La facultad de hacer buen uso de mis medios disminuye cuando su número aumenta.”

“Un actor está en el cinematógrafo como en un país extranjero. No habla la lengua del lugar.”

“Nada es más falso en una película que ese tono natural del teatro que remeda la vida y calca sentimientos estudiados.”

“Admitir que X sea una vez Atila, otra Mahoma, otra un empleado de banco, otra un leñador, es admitir que X actúa, es admitir que las películas en las que él actúa dependen del teatro. No admitir que X actúa es admitir que Atila=Mahoma=un empleado de banco=un leñador, y esto es absurdo.”

“Crear no es deformar o inventar personas y cosas. Es establecer entre personas y cosas que existen, y tal como existen, relaciones nuevas.”

“X imita a Napoleón, cuya naturaleza no era imitar”.

Actuación. El actor: ‘No es a mí a quien veis, a quién oís, es al otro’. Pero como puede ser del todo el otro, no es ese otro.”

“Se olvida demasiado la diferencia entre un hombre y su imagen, y el hecho de que no hay ninguna entre el sonido de su voz en la pantalla y en la vida real.”

“Nada de psicología (de esa que sólo descubre lo que puede explicar).”

“El actor que estudia su papel supone un ‘yo’ conocido de antemano (que no existe).”

“Lo verdadero es inimitable, lo falso intransformable.”