Por Javier Porta Fouz. Sí, les recomiendo Los amantes pasajeros de Almodóvar, que se estrenó ayer. Al respecto, escribí esto y esto. Y no vi todavía El conjuro de James Wan, de la que me han hablado muy bien. Aprovecho entonces (sí, no es del todo sólido el salto argumentativo) para compartir unas cuantas cosas que extraño en el cine, del cine, alrededor del cine, un poco motivado por Los amantes pasajeros de Almodóvar, que es un poco anárquica y despreocupada.
1. Bueno, ya no extraño tanto las comedias de Almodóvar (¡Átame! como máximo ejemplo o como mi ejemplo preferido) porque apareció Los amantes pasajeros. Pero sí, las extraño.
2. Extraño a la Victoria Abril de fines de los ochenta, los noventa y el principio del nuevo siglo (hasta 101 Reykjavík, 2000). Y extraño a Victoria Abril particularmente en ¡Átame!
3. Extraño a Jennifer Connelly. Bah, lo que extraño, o me extraña, es que su carrera se haya quedado en mucho menos de lo que prometía en los ochenta y en los primeros noventa. Pocas películas memorables desde Laberinto y Zona caliente. Y varios, muchos desastres.
4. No voy a negar que me gusta poder escuchar inmediatamente en Internet las canciones que acabo de conocer gracias a las películas. Pero extraño un poco esa felicidad que uno sentía al finalmente encontrar el CD o el casete que buscaba lleno de esperanzas. Todavía recuerdo cómo salí corriendo a conseguir plata cuando vi, finalmente, el cd de Laberinto en una disquería en Rivadavia casi Rodríguez Peña. Y, sí, extraño las disquerías, ahora hay muchas menos.
5. Extraño entrar al cine directamente desde la calle, bueno, ya escribí sobre eso. Pero lo extraño mucho.
6. Extraño que Spielberg ya no sea sinónimo de éxito. Hasta extraño esa expresión horrible que lo calificaba como “el Rey Midas de Hollywood”.
7. Extraño mucho a Bielinsky, a lo que podía haber sido su carrera después de El aura, lo filmografía que prometía. Bah, quiero imaginar que lo extraña casi todo el cine argentino.
8. Extraño, como todos los que las vivimos, los dobles programas en las salas, por más plañidero que sea.
9. Extraño Hechizo del tiempo en cine. Reestrénenla. Extraño al Bill Murray de los primeros noventa, cuando algunos ya sabíamos que era el mejor. Después lo supo él, y se jodió, aunque se recuperó un poco en Zombieland.
10. Extraño a Los Muppets. Sí, ya sé que volvieron el año pasado y regresan en 2014. Pero necesito muchas dosis de Los Muppets.
11. Extraño las “películas de juicios”. Me parece que antes se hacían más, o se estrenaban más. O actuaban más en ellas Harrison Ford y John Cusack.
12. Extraño las películas que adaptan libros de Nick Hornby, ¿cuándo viene la próxima? Sí, el dato está en imdb. Se están terminando un par, pero me quejo igual.
13. Lo extraño de todo esto es que, como nunca antes, podemos acceder a muchas de estas cosas con poco esfuerzo más allá de manejar un poco de inglés y no ser un analfabeto en Internet. ¿Queremos ver el momento en la bañadera de ¡Átame!? Enseguida. Incluso seguramente podemos ubicarnos en la subjetiva del hombre rana de juguete. Pero uno se empecina en extrañar lo que pueda, aunque cada vez cueste más. La añoranza también es un derecho. O al menos un juego necesario en dosis controladas.