Por Javier Porta Fouz. Este año, para el top ten de finales de temporada, me quedaron no diez sino dieciocho películas que merecerían estar ahí. Así que ocho de ellas tuvieron que quedar afuera de esa lista, pero aquí tenemos espacio y podemos incluirlas tranquilamente, y comentar brevemente cuál fue el motivo -o cuáles fueron las excusas- para dejarlas afuera. Vamos entonces desde el puesto 18. Más allá de estos ínfimos comentarios, escribí sobre todas (las 18) en su momento, pueden buscar los links en las notas de balance previas.
18. Lazos perversos (Stoker) de Park Chan-wook. Hitchcockiana. Ojalá Park siga haciendo películas hitchcockianas en inglés, y pula con la experiencia los dos o tres detalles que disminuyen parcialmente los méritos de Stoker.
17. La nana, de Sebastián Silva. La película chilena se quedó afuera por estreno tardío (es de 2009). Y hay otro problema: vi una película reciente del director (Magic Magic) y fue una decepción gigantesca.
16. Viola, de Matías Piñeiro. Me gusta mucho, la volví a ver y me siguió gustando. Y creo que es la mejor película argentina estrenada en 2013. Pero quedó en el puesto 16. Aprovecho para decir que en términos generales no fue un buen año para el cine argentino en cuanto a calidad de estrenos.
15. The Master, de Paul Thomas Anderson. Un director que siempre me había gustado, hasta Petróleo sangriento. Sin Petróleo sangriento quizás The Master podría haber entrado en el top ten, pero me hace falta un poco más de distancia con esa película rimbombante con Daniel Day-Lewis (una versión obvia y estirada de lo que a John Huston le tomaba cinco minutos en El juez del patíbulo).
14. En la oscuridad: Star Trek, de J.J. Abrams. Una grandísima película de aventuras en el espacio, que fracasó ridículamente en Argentina. ¿Por qué no está en el top ten? Bueno, la empujó un poco hacia abajo la “secuencia de mecánica de la nave”. No es que sea mala, es que no es para mí.
13. Django sin cadenas, de Quentin Tarantino. Me gustó mucho, pero no la volví a ver. Quizás la comparación con Bastardos sin gloria (la mejor película del director) no la favorezca y eso la haga salir del top ten.
12. La cabaña del terror (The Cabin in the Woods), de Drew Goddard. Extraordinaria. La única excusa para no incluirla es que en realidad es 2012 y que cuando se estrenó acá ya había circulado mucho. Pero esta es una de las que dolió dejar afuera.
11. Lincoln, de Steven Spielberg. No tengo motivos, no tengo excusas, shame on me por dejar afuera esta película, pero las otras también me habrían generado esta culpa.
10. El último desafío, de Kim Jee-woon. La vuelta de Schwarzenegger a los protagónicos, pero eso es un detalle fetichista. Lo importante de esta película es su adscripción al western desde diversos ángulos. Y que es una película con una gracia particular.
9. Chicas armadas y peligrosas. Una comedia con Sandra Bullock y Melissa McCarthy y del director de Damas en guerra (Paul Feig), que gustó bastante menos en general que esa película. No es mi caso. Se me hace adictiva.
8. El conjuro de James Wan. Proporcionalmente, el éxito del año. Una película de terror de aspecto pequeño y de una sabiduría narrativa infrecuente, tanto que se le nota el espíritu del cine de los setenta.
7. Blue Jasmine de Woody Allen. Una película que sabe oscilar entre la comedia y el dolor genuino, como lo hizo Allen en Crímenes y pecados. No parece la película de alguien que hace una por año.
6. Titanes del Pacífico, de Guillermo del Toro. Una de esas películas de aventuras grandes de corazón, una película-juguete y, a la vez, gigante.
5. Antes de la medianoche de Richard Linklater. Con estas películas unos cuantos ya tenemos una conexión generacional y emocional. Y además de eso, Linklater y Hawke y Delpy las siguen haciendo buenísimas.
4. En otro país, de Hong Sang-soo. Uno de los grandes directores contemporáneos. Una película que es un juego de cine de alto nivel, de otro nivel.
3. Iron Man 3 de Shane Black. La película más vista del año en el mundo. Pero no es por eso que la incluyo tan arriba. Es que pertenece a ese universo de películas-merienda como Titanes del Pacífico.
2. Tabú de Miguel Gomes. Sí, es 2012, y la vi por primera vez a principios de 2012. Pero es tan única esta película que fuera cuando fuera su estreno tenía que estar acá arriba.
1. Cuestión de tiempo de Richard Curtis. Bueno, está primera. No es la mejor, pero es la que más quiero.
PD 1: No iba a arruinar esta lista poniendo las peores del año, pero la proporción de bodrios argentinos fue demasiado alta.
PD 2: en 2014 esta columna aparecerá cada dos semanas, así que hasta el 10 de enero. Felicidades.