dois peliculas

Por Javier Porta Fouz. Este es un listado de variedades, algunas más efímeras y breves que otras. Si quieren leer notas más compactas vayan por otro lado, incluso en otras entregas esta columna tuvo momentos menos fragmentarios, pero hoy sale el fragmento.

 

1. Sigo intentando con las series. Me recomiendan tal y cual. Y tal otra. Veo Sillicon Valley porque es de Mike Judge. Cuatro capítulos, me gustan, por momentos me río mucho. Termino de ver los cuatro capítulos. Sé que hay nuevos. Y sé también que no haré mucho esfuerzo por buscarlos Si veo series a la larga siento que podría estar viendo una película, o leyendo, y las dos cosas me gustan más que ver series. Incluso aunque me gusten las series, no entiendo muy bien para qué verlas. Tengo que ver True Detective, me dicen, con dos actores que me parecen geniales. Y me dicen que también está mi amada Michelle Monaghan. Si con ese atractivo tampoco logro que me interese terminar de verla me rendiré. O intentaré con esa Louie, de la que todos dicen que es una maravilla. Pero siento que nací sin la capacidad de ver series, como con una especie de daltonismo para el asunto. Puedo ver unos capítulos pero no tengo eso del “enganche”. No sé si hay alguna medicación para eso.

2. Tengo especial simpatía por esas películas en las cuales participó un actor o una actriz que en ese momento no era nadie y después pegó el salto a la fama. Me gusta cuando cambian el afiche. Por ejemplo este nada sutil cambio de carteles: aquí, aquí y aquí.

3. El cine tal como lo conocimos quienes ya cumplimos 40 años es hoy en día un asunto de minorías. Ir al cine es cada vez más una cuestión de ver la película de la que todo el mundo hablará, eso es de mayorías. No importa qué película sea mientras la vean muchos y sea para comentar con todo el mundo. Así, gente a la que le interesa un pepino El Hobbitt y su universo la ve igual. Y se pierden películas como The Adjustement Bureau (con Matt Damon y Emily Blunt), de esas de cuando el cine era el cine que nos gustaba y nos gusta: una película narrativa, no necesariamente pequeña pero no gigante, con algunos personajes -no decenas- y cierta concentración en su arco dramático. A veces uno recomienda algo y la gente lo ve y no puede creer no haber sabido antes de la existencia de esa película. Las grandes campañas de publicidad hacen que haya algunas películas de las que se enteran las mayorías y hay centenares de películas que sólo son perceptibles para el radar un público más reducido. Con la posibilidad cada vez mayor de consumo en casa y con mejor calidad y con mayor oferta, nuestro rol como críticos y/o programadores debería orientarse a resaltar esas películas que creemos que pueden encontrar su público. Esas películas como The Lincoln Lawyer que mucha gente no sabe ni lo que es y merecería ser más conocida. ¡The Lincoln Lawyer, con el actor de True Detective, el que ganó el Oscar! El cine cada vez más se juega en la zona de los grandes tanques - la cobertura del Oscar - la cobertura de Cannes - las campañas gigantes - las alfombras rojas y de otros colores que se televisen. Hay lugar para otras maneras de ver y de acercarse al cine -de hecho hay cada vez más lugar- y hay que ayudar a señalar por dónde seguir buscando, mirando, comprobando que el cine es más amplio que 15 películas gigantes al año.

4. Reviso el sitio todaslascriticas.com.ar que hace los promedios de las críticas de los medios argentinos. Veo que de los 35 estrenos de mayo (quizás sumen alguno más, en el momento del chequeo son 35) solamente 8 tienen un promedio menor a 60 puntos sobre 100 (esto va cambiando también, pero esta es una instantánea tomada el jueves 29 de mayo). Y de esas 8 solamente 4 tienen menos de 50 puntos Y no hay ningún estreno que tenga menos de 40 puntos sobre 100. Es decir, 27 de 35 películas tienen puntaje por encima de 60 sobre 100. Es decir, o bien hay una calidad buenísima en la cartelera o bien hay pocas críticas en contra. Ustedes evalúen. A mí me preocupa que al haber cada vez menos críticas en contra sea cada vez más difícil creerles a las críticas a favor.

5. Y también evalúen ustedes: ¿es peor el afiche o el título en español?