50 PELÍCULAS QUE CONQUISTARON AL MUNDO

Por Javier Porta Fouz. Escribo esto a futuro. Entonces, fui uno de los participantes, ayer, junto a Graciela Borges y Sebastián De Caro y el autor, de la presentación del libro 50 películas que conquistaron el mundo, de mi amigo y compañero de El Amante -y de diversos proyectos de enseñanza de crítica- Leonardo D’Espósito. No sé todavía cómo salió la presentación pero sí les aclaro que hace rato que creo que el señor D’Espósito es uno de los grandes críticos que se pueden leer en la actualidad.

 

1. Las cincuenta películas en cuestión son, como se aclara en el prólogo, las de “mayor recaudación en Estados Unidos, según montos actualizados por inflación. Por eso, aunque hoy Avatar sea el filme con mayor recaudación neta, al hacer el ajuste aún aparece en primera posición Lo que el viento se llevó.” Lástima, digo, porque me gusta mucho más la de Cameron.

2. Al ordenar estas 50 películas de modo cronológico y no por orden de recaudación, vamos de 1937 a 2012, pero Leo se sale de esas fechas para contarnos también de los principios del cine, y de Buster Keaton, y de lo que le sea útil para desplegar su método.

3. El método D’Espósito, y lo vi en vivo escribiendo sobre una película nada sencilla apenas la vio, es poner en funcionamiento una máquina interpretativa -él mismo- a una velocidad inusitada y con una notable cantidad y variedad de conexiones, y con sustento. Ese método se lo puede apreciar en cada texto sobre estas películas. Hay algunas de las que es esperable que pueda deslumbrar con la interpretación y la puesta en contexto (Tiburón, por ejemplo). Y si uno ya sabe que una de las especialidades del autor es el cine de animación no es sorprendente que sean así de sorprendentes los textos sobre Blancanieves, Bambi o El libro de la selva. Pero que este señor D’Espósito pueda armar textos atractivos sobre cosas como Grease, Love Story y Un detective suelto en Hollywood es directamente una proeza. Pero, otra vez, lo he visto a Leo desplegar ideas de gran riqueza a minutos de ver películas olvidables. Y hasta logra contagiar el interés por películas religiosas -otro de sus temas- como El manto sagrado o Los diez mandamientos. O, mejor dicho, no me convence de que las películas sean interesantes sino de que está convencido de intentar convencerme mediante métodos atractivos.

4. Este es un libro de crítica. Y aquí algunos dirán “ah, no es para mí”. Vale una aclaración: la crítica, tal como la entiende D’Espósito, es un arte divertido. Es ágil, es ambicioso, es amplio. Usa terminología específica y siempre la explica, y hasta con sentido del humor. Y este es un libro de crítica en sentido cabal: tiene los cuatro elementos que yo le pido a la disciplina. Información -aunque quedaron un par de errores mínimos que se corregirán, espero, en la segunda edición-, análisis, interpretación y evaluación.

5. Este libro, ya debería haber quedado claro, no es neutral. No busca negar los éxitos -peregrina idea- sino entenderlos. Como planteaba Jean Cocteau, todo éxito merece ser estudiado porque conecta con la piel de una época. Y ese es el punto de partida. Pero si aparece alguna película abominable como La novicia rebelde, D’Espósito explica y contextualiza su éxito pero también dejará en claro su posición. Perdón, su oposición, con firmeza y creatividad.

6. Al principio de este texto hablaba desde el futuro. Y cuando terminé de leer el libro me di cuenta de que no estaba Volver al futuro. Y ahí recordé de que no había sido tan pero tan exitosa en su momento, digo, no como para figurar en estas 50. Una película de 1985, cuando ya los ochenta entraban en su segunda mitad y empezaba a bajar la asistencia al cine. De hecho, en el libro se pasa de 1984 a 1989, y la película de 1989 es, justamente, la número 50 de la lista: Batman.

7. En el libro uno puede acercarse a cada película y también a la época, a los cambios en el cine -es muy notorio cómo D’Espósito maneja con claridad la historia de ciertos cambios tecnológicos que, como siempre, son también artísticos- y a los cambios históricos. Y además, y no menos importante, nos acercamos a la visión sobre el cine del autor, un autor.