cutzarida y de santo

Por Cicco. Podrá imaginar que los polis por fin se deciden a poner cartas sobre el asunto de la inseguridad, y empiezan a tomar medidas razonables como practicar en polígonos de tiro o algo más audaz aún: adelgazar. O podrá pensar que los jueces, para revertir la tendencia de tanto loco suelto, apuran los expedientes y rechazan sobreseimientos a la bartola. Podrá suponer que, para frenar el índice de barrilete del choreo, se traen patrulleros modelo primer mundo, armas de grueso calibre, cámaras de largo alcance, vigilancia satelital. En fin, la mar en coche. Claro, lo que jamás se le ocurrió a nadie es que la cruzada anti chorro llegaría de la mano de los famosos, ese rubro intocable que de tanto en tanto, salta de sección y pasa a los policiales.

La primera voz anti chorro se disparó con la avanzada de Ivo Cutzarida, actor, ex galán, que se paseó por programas de toda índole con lema duro: a hierro mata, hierro muere. Y luego, a la pasada, habló de su nueva obra teatral. “Si le pasa algo a mi hija, yo lo quiero muerto al tipo que le hace algo”, dijo, y plantó la semilla, una semilla que se riega con fuego. Semanas más tarde, Damián de Santo, otro actor, acercó más brasas. "Uno está viviendo con el culo en la mano sin poder disfrutar de la vida”, sentenció. Ellos no están solos. El culo en cuestión y el de otras celebrities está en juego. Y no pararán hasta que los delincuentes tengan su merecido.

El equipo de Crónicas Desinformadas, reunió una selección de testimonios de celebridades (apócrifas, claro, no nos da el presupuesto para auténticas) que, para paliar la inseguridad, son partidarias del palo y a la bolsa –bolsa grande, de consorcio-. Todos ellos vertidos con pocos días de diferencia.Leálos y a temblar mundo del hampa.

“A los delincuentes habría que castrarlos y hacer un concurso de albóndigas convocando a Maru Botana como jurado” (Actriz de reparto de telenovela, militante del veganismo).

“Estamos hartos de delincuentes. Deportémoslos a todos a la base Marambio en Antártida. Y antes de partir quitémosle la ropa. Temblando se aprende, querido.” (Modelo de alta costura)

“Al ladrón hay que cortarle la mano. Y también el pie. Y también la otra mano. Y también el otro pie. Y después, con el cuchillo, improvisar” (Chef reconocido de canal Gourmet)

“Yo no estoy con esos que hablan de la boca para afuera. Hay que empezar, como se dice, por casa. Así que a mi hijo de cinco, cuando le robó a la hermana el fibrón, lo condenamos a un año de reclusíon en la pieza. Y a la nena, de 12, que la sorprendimos viendo Violetta cuando lo tenía prohbido, la sentenciamos con mi señora a trabajos forzados hasta la mayoría de edad. A mi señora le dí ese día de libertad para sumarse al juicio porque desde que compró en el chino con tarjeta sin permiso, le dí reclusión perpetua en el baño de servicio. Es, en este orden de cosas, que uno puede pedir que no sólo haya más cárceles. Que además, la casa se transforme en celdas donde cada uno tenga su merecido. Y vivamos todos en paz.” (Reconocido pediatra mediático).

“No hay que condenar al ladrón de poca monta. Hay que arrojarlo directamene desde aviones a las villas. Así reducimos el presupuesto en las cárceles y eliminamos de una vez por todas los asentamientos ilegales” (Payaso de programa infantil)

“Para aliviar las salideras bancarias, a los motochorros habría que condenarlos a cien años de reclusión en cajeros automáticos” (Comentarista deportivo de lanzamiento de jabalina).

A la ola de furia mediática, se sumó la propuesta lanzada en almuerzo de Mirtha, de un penalista famoso –patea muy bien-, que dijo sin pelos en la lengua pero con algún que otro resto de lasagna: saquemos ya a las celebrities a patrullar las calles más inseguras del Conurbano. De ese modo, mantendremos a los delincuentes ocupados, pidiendo autógrafos y sacándose selfies.