preguntados

Por Cicco. ¿Era el bocho en el aula? ¿Le gustaba atesorar formaciones completas de fútbol al divino botón? ¿Retuvo durante siglos con lujo de detalles elencos de telenovelas, series y pelìculas taquilleras? ¿Pensaba que moriría con todo ese conocimiento sobre los hombros sin que nadie se enterara? Nah.

 

Ya pasó un tiempo desde que juegos de mesa como el Carrera de Mente y el Trivial Pursuit irrumpieran en los veranos de los '90, a puro pregunta y respuesta sobre cultura general al cohete. Era hora de que, alguien devolviera el ánimo a toda esa gente que almacena dato cual ciruja junta botella y cartones. Gracias a un argentino, que fue portada de todos los medios -un compatriota que triunfa a nivel internacional, es siempre un tapón-, hoy tenemos la aplicación más jugada del momento, Preguntados. Debería poner en esta frase de aquí cuánta gente lo juega y en cuántos países pero la verdad es que hoy mi conexión a internet anda lenta para averiguarlo. Lo siento mucho. Lo siento por usted.

Hoy en día, le decía, las aplicaciones en el móvil para sacar chapa de sabihondo, se reproducen al ritmo de, al ritmo de, al ritmo de bueno, digamos que a un ritmo así rapidito. Qué cultura la nuestra: se premia y se gana reconocimiento virtual, por todo ese almacenamiento de dato que no encaja en ninguna parte. Así es la época mi amigo: mucha info, poca aplicación. Mucho recorte teórico, pocas ganas de ponerlo en práctica.

Mucho tutorial, pero pocos seguidores. Hay incluso quienes pueden repetir la formación de la última campaña de Platense cuando estaba en Primera, pero fracasan a la hora de preparar unos fideos con tuco. Pueden comunicar en orden cronológico la filmografía de Mel Gibson años incluidos, pero son un queso para resolver cuestiones vitales como cambiarle el cuerito a la canilla. Gente, en su mayoría, que encuentra que la ferretería es un lugar inhóspito y hostil.

Pero todoS ellos, sí, señor, sí señora, tienen hoy su momento de gloria. Su medalla colgada en la solapa de su smartphone. La reputación ganada a fuerza de juntar la mugre de la historia. El datito que ni siquiera Felipe Pigna encuentra de valor. Coleccionar información inútil es, en fin, un hobby como cualquier otro. No lo llevará a ninguna parte más que a amontonar cosas que un día deberá tirar por la borda. Junto con sus trofeos en Preguntados. Sus duelos victoriosos contra sus amigos, menos cultos. Y la sensación irresistible de que los que estudian, los aplicados, los que se toman en serio hasta el sistema monetario de Trinidad y Tobago, todos ellos, algún día, gobernarán este mundo. Un mundo pleno de cultura e información. Donde las canillas gotearán sin cesar.