Por Cicco. Este mes Moria estrenó The Hole, una adaptacíon de la obra más provocadora del momento. Habla mientras hombres le hurgan las piernas, conversa sobre perversiones como quien habla sobre facturas rellenas, y tiene monólogos con ratones vivos. O eso parecen. Pero eso no es nada comparado con la obra que, en esta sección, adelantaremos en exclusivo aquí. Y que Moria actuará en, déjeme chequear en la agenda, así es: en el 2026.
La obra se llamará “Piel y huesos”, pensada para estrenarse de aquí a diez años. Y para entonces, como la provocación por los desnudos ya será moneda corriente, en “Piel y huesos”, un musical sin par, lleno de luces y coreo y desparpajo, protagonizado claro por Moria, los actores no sólo estarán sin ropa, además estarán sin nada que los recubra, excepto claro está y por razones puramente de movilidad, sus huesos.
“Es lo más provocativo que se verá luego de la muestra de human Bodies”, dirá Moria, una versión de la Moria que conocemos pero mitad cybor, siguiendo el libreto, en la conferencia de prensa virtual a días del estreno de “Piel y huesos”. “La obra trata de ir al fondo de las cosas. Sin la vanalidad que supone llevar un cuerpo a cuestas”.
La prensa, ya lo vislumbramos, calificará superlativamente la obra. La aplaudirá igual que los millones de espectadores –la seguirá, como todo el teatro de la década que viene, desde sus casas en butacas muy similares a inodoros con colchón-. Y dirán los críticos expertos cosas como estas: “Nunca la vimos a Moria tan natural como en esta obra, sobre todo, desde que decidió implantarse mitad del cuerpo de robot”. “Moria, filosa y punzante en su rol de generala de un ejército de esqueletos”. “Moria en el mejor momento de su carrera, protagoniza una obra tan provocadora que mucha gente se la toma a título personal, y decide entablar, con el director, acciones legales”.
Y ahora ya lo saben “Piel y huesos”, el musical. Se estrena en el 2026. Pero, por las dudas, se pueden ir ya reservando las entradas por Ticketeck. Aún hay que convencer a 20 bailarines para que pongan, literalmente el pellejo y todo lo que contiene, para lograr el papel de sus vidas.