SE NOS VA EL 2008
Subiendo la cuesta

Sísifo empuja la piedraPor: Pablo Llonto. Es curioso. Cuando llegan estos días del señor de traje rojo y barba blanca que invita a los niños a darse una vuelta por todas las ofertas de los hipermercados, los periodistas argentinos tenemos poco de que enorgullecernos. Total, que estamos a fin de año y en nuestras bonitas páginas deportivas, poco y nada hicimos por mejorar la especie.

Al fin se fue

No pudimos echar a Grondona. Pero al menos renunció Julio Cassanello. Así que hagan el favor de no decir que “los periodistas estamos para contar lo que pasa, lo demás debe hacerlo la Justicia”.

El asunto es que si la revista Veintitrés no lo hubiese escrachado, o los nuevos vientos de la sección Deportes de Crítica no soplaban; si Ezequiel Fernández Moores no hubiese insistido en La Nación, o sin la persistencia de Veiga en Página 12 o la sencilla contribución que hicimos desde Hipercrítico más el último aliento, casi tardío, de unos recuadritos en Clarín, el hombre que se burló del deporte al encabezar el Comité Olímpico Argentino (COA) luego de haber sido intendente de la dictadura, todavía estaría meneando la cola en el sillón heredado del coronel Rodríguez.

Lo cierto es que Cassanello se fue, y que nadie sabe si al menos siente una o dos vergüenzas por su pasado. Y se fue por la denuncia de los periodistas que, no es poca cosa, conmovió a sus pares, quienes descubrieron la clase de tipo que tenían en casa y empezaron a pedirle explicaciones.

Aún lo tenemos cómo camarista civil en la zona Sur del Gran Buenos Aires, pero hasta allí no llega el cuarto poder.

Y si Galeano anda por el mundo mendigando una gambetita, nosotros recorremos noticieros, páginas web, suplementos, diarios deportivos (¿diarios dije?), programas nocturnos, en la búsqueda de la nota del año, el gesto periodístico, el colega consecuente y valiente o, quizás como premio consuelo, un texto recomendable, ya ni siquiera crítico, con el cual podamos mirar a los pibes que empiezan y decirles: “oigan, oigan, que no todos son como Palacios, o como Niembro, o como Liberman”.

Así que, como dicen nuestros amigos españoles: “en peores garitas hemos hecho guardia”. Se nos va el 2008, con poco, y mientras aguardamos la llegada del señor (epa, epa, que no me he puesto católico) campeón del torneo, juntamos fuerzas para intentarlo otra vez.

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