¿POR QUÉ NO LO GOOGLEAS?
“Lo saqué de Internet”

Tapa OlécartelesPor: Pablo Llonto. Para millones de periodistas Internet no sólo es una fuente de información, la consideran “la fuente”. Perseguida, manoseada y vuelta a perseguir, la inesperada reina de las consultas y las afirmaciones, ha logrado que en las redacciones una frase tan segura como breve sea considerada como la solución de todos nuestros problemas: “metete en Internet”.

Cuando hace unos días observábamos la foto de una bandera en la cancha de River que reflejaba el enojo de los hinchas por la situación del club (“La peor dirigencia de la historia”), nadie dudó de su certeza.Tanta fue la ortodoxia (meterse en Internet, observar la foto de la tal bandera colgada por un hincha, darla por cierta y publicarla) que la falta de noticias y la no menos grave falta de periodismo, dieron sobrevida a la fotografía: de pronto fue tapa de un diario deportivo y decenas de artículos y comentarios se realizaron en otros diarios, en la radios de la mañana del martes y en los comentarios de café.

El chiste de Facundo Insaurralde (nombre cuya existencia, ahora, merece también una duda) fue tan modesto que conjeturamos con su carácter fantástico. ¿Era posible que un muchacho, un photoshop y un foro de hinchas pudieran desatar una creencia? La habilidad de Facundo era ínfima: capturó una imagen de TV, convirtió la bandera real (“la peor defensa de la historia”) en otra del mundo de las ficciones, y se lanzó a reírse de la vida.

Todo ocurrió mientras nuestro insignificante mundillo discutía los efectos de otra vaguedad. El estudiante irlandés Shane Fitzgerald había inventado una cita y luego, con dedos de aventura, introdujo la misma en la enciclopedia On Line Wikipedia. "Uno podría decir que mi vida en sí misma ha sido una prolongada banda de sonido. La música fue mi vida, la música me dio la vida y la música es cómo seré recordado mucho después de dejar esta vida". 

La ubicó en la biografía del compositor Maurice Jarré el día de su muerte y alegó que estaba trabajando en un “experimento”: ver hasta dónde los medios de comunicación "levantan" sin cuestionar lo que dice Internet.

La frase fue usada en el periodismo más veloz e irresponsable de todos los tiempos: el de las páginas webs de los medios. Diarios de Gran Bretaña, Australia y la India copiaron el texto de Jarre, que en verdad era el texto de Shane (como nosotros también lo estamos copiando) y, minutos más tarde, el fallecido Jarre tenía en su boca una bella frase hecha a medida.

Igual que ocurrió aquí con la bandera, The Guardian salió, a su estilo, a pedir disculpas.

Como todo aquello que leemos en la vida, Borges también había previsto estas irrealidades. Recomendamos al lector, joven o adulto, introducirse en la lectura de un breve pero no menos emotivo cuento: Tlön, Uqbar, Orbis Tertius. Es inevitable decirles que pertenece a la obra “Ficciones”.

Condenados al peregrinaje por Internet, y al verbo googlear, los periodistas andamos mendigando informaciones por obra y gracia de las redacciones del culo caliente, el celular y la computadora. Son cada vez menos los cronistas que andan por la calle interrogando gente, geografías, denuncias, bochornos de la humanidad.

Doble desafío tendrán entonces los periodistas contemporáneos. Ya no se trata solamente de descubrir un hecho. También hay que descubrir si los hechos descubiertos contienen el invisible propósito de confundirnos.

La Insoportable dictadura de concurrir a Internet nos gobierna.

Y como toda dictadura, la dictadura de Internet, también debe terminar.

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