A PROPÓSITO DE BRAZENAS
¿De qué hablamos? 

Gabriel Brazenas - árbitroPor: Pablo Llonto. Tanto el periodismo de televisión como el de radio han resuelto ignorar a dos fundaciones. Justo en la semana en que abundó el barullo sobre el arbitraje de Gabriel Brazenas y el perjuicio a Huracán, desde Coventry, Inglaterra, regresaban a Buenos Aires los enviados argentinos a la Sexta Conferencia “Play the Game”, una  sorprendente institución danesa que convoca a periodistas del mundo para intercambiar informaciones sobre “el lado oscuro de los deportes”.

Ezequiel Fernández Moores (La Nación-Ansa), Alejandro Wall (Crítica) y Pablo Vignone (Página 12) llevaron a las páginas de sus diarios denuncias sobre arreglo de partidos, combates de boxeo, corrupción en el voleibol, negocios oscuros en la F-1, monopolio de transmisiones de fútbol. Es decir: los infinitos episodios que manchan al deporte mundial de ayer y hoy. ¿La fuente de ellos?: los periodistas que concurrieron a Play the Game.

Si usted es hincha del Globo, concurrió el martes pasado a la sede de la AFA, gritó “ahí están, ahí están/ los que roban a Huracán” y es abonado a los canales deportivos de cable, se perdió en su pantalla la precisa exposición del canadiense Declan Hill en Play the game sobre los mecanismos que se utilizan en todo el mundo para arreglar un partido. Ni TyC Sports, ni ESPN, ni canal 13, les han dedicado un programa a los conferencistas de Play The Game.

¿Una asociación civil para “fortalecer los valores éticos fundamentales del deporte y de fomentar la democracia, la transparencia y la libertad de expresión en el mundo del deporte"?

De sólo mencionar los objetivos de semejante institución, imaginamos lo fastidiosos que se pondrán en la AFA, el Comité Olímpico o TyC Sports.

Pero de eso no se habla en medios masivos.

Como tampoco se le da una debida importancia a las notas, denuncias y esfuerzos de la Fundación Salvemos al Fútbol que en la Argentina (sí, en la Argentina), va llevando un mensaje de No Violencia y de Justicia que ningún dirigente argentino quiere escuchar.

Pero aquí  estamos hablando de periodistas y no de dirigentes. De incapaces directores de canales o productores de programas que no se animan a dar una batalla en serio para terminar con tanta cosa podrida que nos asfixia. ¿Quieren una idea? Pasen todos los días, (no les llevará más que un minuto o dos) un video sobre el español Angel Andrés Jiménez Bonillo, “El árbitro de la paz”, aquel que anda dirigiendo partidos de inferiores con una camiseta blanca en que se lee “¿insultarías a tu propio hijo?”, mientras busca la utopía: que nadie vaya a las canchas a putear rivales, árbitros, jugadores.

Terminar con la corrupción, terminar con el salvajismo.

Tratar de que nuestra gente piense, intentar alguna sublevación de conciencias. 

De eso deberían estar hablando todos nuestros periodistas deportivos. Sin embargo, los días pasan, los domingos pasan…y el silencio.

Las infelicidades de nuestro deporte, agradecidas.

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