DOMINGOS: RAVIOLES, MACAYA Y ARAUJO
Los auténticos decadentes

Marcelo AraujoEnrique Macaya MárquezPor: Pablo Llonto. Cuando los libros de Historia se refieran a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, no podrán cometer el pecado del olvido. En la enumeración de disparates cometidos durante una de las mejores medidas que ha tomado el gobierno (denunciar y avanzar sobre la fealdad y los negociados de uno – al menos – de los monopolios de la Argentina), se encuentra la reaparición de Marcelo Araujo en ...el canal público. El otro fue el atropellado discurso del jueves 20 de agosto cuando la Biblia y el calefón tomaron forma en la comparación de “secuestro de goles” y “secuestraron a treinta mil argentinos”.

No, no se trata de realismo soviético aquello que vimos en el último fin de semana. En la “nueva era del fútbol televisado”, Marcelo Araujo transmitía los partidos por el canal estatal y Macaya Márquez los comentaba (o intentaba comentarlos en su idioma incomprensible) por el canal privado. Es decir, estamos como en los decadentes noventa.

La fama de mafioso y apretador de Julio Grondona logró su consagración en estos días al imponer, nada menos que a la presidenta, un relator de fútbol.

Lo mismo que ya hizo en otros momentos de su vida (apretar a TyC Sports y a Clarín para que despidieran a Román Iucht de los equipos de periodistas) lo obtiene de un gobierno que es incapaz de admitir que realiza pactos en la oscuridad.

Así les irá.

El saneamiento del país y del fútbol va por mal camino si continuamos avalando la prensa más deplorable.

El diario Crítica hizo bien en recordar -  en la edición del 22 de agosto - algunas cuestiones araujianas.

No está bien ni colocar a los amigos del poder económico y político en los medios públicos, ni colocar a los amigos del poder futbolístico en la televisión deportiva. Araujo jamás preguntará en Canal Siete sobre la responsabilidad penal y civil de Grondona, sobre la fortuna de varios presidentes de clubes denunciándolos uno por uno, sobre los amigos y familiares del Padrino y sus negocios con el fútbol, sobre el quebranto de los clubes, sobre los vínculos de los barrabravas con políticos del PJ y de la AFA, sobre los empresarios que manejan jugadores y entrenadores, sobre los contratos de TV de la Selección.

Hay quienes dirán que no es posible trabajar en un medio estatal y criticar a quien le da trabajo. A esta afirmación, mutilada de verdades, puede responderle uno de los mejores periodistas de la Argentina, ignorado por los grandes medios: Herman Schiller mantiene un programa en radio Ciudad de Buenos Aires (sábados de 18 a 20) y castiga con dureza los degüellos y fechorías del gobierno de Macri. En el último “Leña al fuego”, Schiller dedicó dos horas al negociado de la TV y el fútbol y llevó a un dirigente de club que los periodistas deberíamos dedicarle generosos espacios, el titular de Atlanta, Alejandro Korz, una de las pocas voces que reclama “democracia en la AFA”.

Democracia en la AFA, ¿les suena?

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