SOBRE AQUELLO QUE OCURRIÓ CON FERNANDO CÁCERES
Es el mundo que nos han dejado

Fernando CáceresPor: Pablo Llonto.  (Nota publicada en la revista deportiva Un caño en diciembre de 2009) Ya sabemos que no es gran cosa. Que un editorial en la revista Un Caño sobre aquello que ocurrió con Fernando Cáceres no soluciona nada, y que apenas nos permite intercambios y entendimientos o intercambios y desencuentros entre quienes lean y quienes no lean.

Buena parte de los futbolistas y técnicos han opinado sobre el tema, como cada vez que un hecho policial afecta a un deportista.

Al final de cuentas, no son ellos más que una porción de esta sociedad argentina que pendula entre dos frases que retumban cada vez más fuerte:

“Negros de mierda...hay que matarlos”.

“Basta de derechos humanos para los delincuentes”. 

Sería estupendo que algún día se pudieran debatir razones y soluciones. Que al final de cuentas, no es tan difícil. Aquellos que pretendían una Argentina construida sobre el individualismo y salvarse a cualquier precio, ganaron la partida allá por 1976.

Son ellos los padres de esta sociedad. Pregonaron un modelo construido sobre la consigna quien más tiene, más vale. Y lo impusieron.

En eso andamos, con buena parte de nuestros mayores construyendo y edificando la Argentina de la desigualdad y el egoísmo.

Por eso se roban autos sin importar la vida.

Por eso se venden autopartes.

Por eso se fabrican y se venden armas.

Por eso hay tantos comisarios y policías envueltos en crímenes y asaltos y desarmaderos. 

Arriba de la pirámide ya sabemos quiénes están.

Abajo de la pirámide, también.

Quienes pensábamos que desde el deporte, o desde el periodismo, íbamos a poner nuestro granito para contribuir a una sociedad más solidaria, humanitaria, igualitaria, jamás pensábamos que la conciencia de gran parte de nuestro pueblo claudicaría, convencida por tanta podredumbre.

Para muchos, a Fernando Cáceres le disparó un pibe chorro, incorregible y merecedor de la silla eléctrica.

Para otros, el país está  irremediablemente perdido mientras haya gente que piensa así.

Es el mundo que nos han dejado, Fernando.

Y no fueron los pobres ni los villeros quienes nos dejaron así.

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