PERIODISMO DE HOJA EN BLANCO |
Otro tema que no se investiga |
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¿Grondona?
¿Lavado de dinero?
¿FIFA?
Caramba, cualquier niño en las tribunas diría “Chocolote por la noticia”. Los más veteranos revelarían anécdotas y anécdotas del acusado y, seguramente, una frase que ya no es desconocida, pero sí inconcebible: “Ja, nadie se meterá con él”.
Un editor torpe, cualquiera que usted imagine, dispondría al menos que dos, o tres, sabuesos del periodismo se lanzaran a investigar si hay pruebas de lo que se afirma.
Pero en nuestro país, la gran prensa deportiva está ocupada en otras cuestiones. Y así, la llamada noticia bomba, se perderá en los laberintos de siempre. Allí donde nuestra fantasía, y la de otros, se agota bajo la mitología de periodistas que investigan.
Sin palabras
Unos días antes, en el diario Olé, también propiedad del grupo Clarín, un protagonista del mundo futbolero dejaba claro que si hay un lugar podrido en la Argentina se lo puede hallar en Viamonte 1366. Manusovich, ex defensor de San Lorenzo, reconoció que algunos técnicos cobran para poner jugadores.
La declaración, además de ignorada, comparte ahora los tranquilos sueños de tantas otras denuncias cuyo final fue una hoja en blanco.
Si se quiere, el periodismo de investigación, las tumbas y las lágrimas, se confunden en el mismo jardín.
El viejo fogonero de la dictadura militar y ahora dueño y director del diario Perfil, Jorge Fontevecchia, en su pétrea columna dominical se ha preocupado por la suerte del primero. Sobre el periodismo de investigación señala: “Así 2003, 2004, 2005 y 2006 fueron años en los que el periodismo perdió varios grados en su nivel crítico y el periodismo de investigación terminó reducido a mínimas y excepcionales expresiones”.
Caramba, escribió esto en el mismo edificio en que, por órdenes suyas, abogados con rostros verdeoliva redactaron el telegrama de despido de uno de los jóvenes periodistas de investigación que mejores frutos daba en Perfil.com: Alejandro Wall, echado por el democrático Fontevecchia bajo la acusación videliana de sumarse a reclamos salariales.
Todo esto podría ser una parábola…
Pero es una desgracia.
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