DANIEL SCIOLI, EX MOTONAUTA
La mirada de un periodismo ignorante

Daniel ScioliPor: Pablo Llonto. ¿Cuál ha sido y es el político intocable en los medios de comunicación? No, no. Ése no. Han fallado. Es curioso, pero Daniel Scioli, futuro Gobernador de la provincia de Buenos Aires, resulta el hombre menos investigado por la prensa. ¿Y qué tiene que ver todo esto con la columna de deportes? Es que todo empezó gracias a la esforzada labor de avezados cronistas del deporte. Sin  ellos, el curriculum de Scioli no contaría con un título y una fama que nadie – excepto los pocos de siempre – nos atrevemos a discutirle. Scioli, para nuestros compatriotas, es un "deportista triunfador".

Es la platita de papá

Abundan en las redacciones las anécdotas sobre el motonauta Scioli en los 80 y 90. Que papito Scioli, socio de Romay en Canal 9 y dueño de una empresa que defendía la industria nacional importando electrodomésticos, sostuvo la campaña de aquella lancha. Que jamás la TV le hubiese prestado atención, pero que Romay y papá lo programaban todos los fines de semana y en todos los noticieros. Que las categorías en las que corría no tenían jerarquía. Que abundaban los pasajes y los viáticos para que ciertos periodistas deportivos lo siguieran por el mundo. Que el amiguito Menem daba el guiño para que la estatal YPF en vez de nafta le suministrara dólares. Que sus jefes de prensa no tenían escrúpulos a la hora de manejar la billetera. Que campeón del mundo de Superboat es lo mismo que ser campeón del mundo de planchado a vapor.

Al Scioli "campeón del mundo" o se lo tomaba en broma o se lo tomaba en serio. Todos eligieron lo último y, montados en la lástima que inspiran una desgracia y una prótesis, lo convirtieron en el arquetipo del hombre-éxito.

No sabemos qué hubiese ocurrido con la carrera política de Scioli de haber encontrado un periodismo deportivo menos ignorante. Ignoraban de deportes (¿por qué incluir una carrera de lanchas entre las gestas del esfuerzo?), ignoraban de acomodos, ignoraban de operaciones de prensa.

Los charlatanes ganaron.

El severo llamado de la verdad no fue escuchado. Scioli, convertido en deportista-modelo fue tentado por el Gran Charlatán quien lo ungió candidato a diputado. Del resto, ya sabemos: menemista, duhaldista, kirchnerista. Se entusiasman, entonces, las definiciones maradonianas y gastronómicas. Dos le vendrían bien: "panqueque" o "sanguchito de miga".

Hay algo que siempre nos ha costado entender: ¿puede el periodismo cambiar el destino de una nación? Otra pregunta le pone luz a la duda: ¿la Argentina habría sufrido 30.000 desaparecidos si en 1976 un solo diario, un solo periodista, hubiese investigado qué ocurría en la ESMA?

La abstracción está planteada. Y es lícita.

Tanto como preguntarnos ¿qué hubiese sido de Scioli si aquella prensa del deporte le hubiese dado el lugar que debían tener sus mínimas y sospechadas victorias?

Cuando terminemos de descifrar los misterios que impidieron conocer al otro Scioli, como siempre, será tarde.

Opiná sobre esta columna en nuestro libro de visitas