DE EVASIONES Y TRUCHADAS/  
Juicio y castigo

Julio Grondona y Guillermo Marconi/Por: Pablo Llonto. Felices los dirigentes, porque ellos no serán investigados. Felices los empresarios, representantes e intermediarios, porque ninguno terminará en el penal de Ezeiza. Felices los periodistas, porque no habrá editor de noticiero, de informativo o de diario deportivo que les encomiende una investigación profunda que descubra, de una buena vez, la multiplicación de asociaciones ilícitas que han destrozado a nuestros clubes.

El escándalo de los pases y transferencias, las triangulaciones y evasiones, el viva la pepa del fútbol argentino, aún no se ha convertido en un verdadero escándalo.
 
Para ello es necesario un imposible: que unos cuantos sean detenidos, juzgados y condenados. Y por sobre todas las cosas que se los obligue a reparar los daños causados y a reintegrar íntegramente los dineros evadidos. Entonces gozaremos de un escándalo.
 
El rol de alguna prensa también merece condena. Hace décadas que sólo unos pocos periodistas denuncian sin cesar el tejido de dirigentes y empresarios corruptos que asaltaron los clubes. Lo hicieron: los compañeros de Radio Continental, algunos en Página 12, Ezequiel Fernández Moores, la revista Un Caño y media docena de valientes anónimos.
 
Hoy, cuando alguien del gobierno ha corrido los cortinados para dejar ver la putrefacción, ciertas voces insisten en defender lo indefendible. Domingo a la noche, Guillermo Marconi, el periodista-árbitro amigote de Grondona, señala en FOX que los clubes y la AFA “no tienen ninguna responsabilidad” en la maniobra de triangulaciones para abonar menos impuestos. La pobre e inmaculada AFA siempre ajena ¡a todo lo que ocurre en la AFA! Ni el mismo Cherquis Bialo, vocero de Grondona, hubiese defendido tan descaradamente a su Jefe.
 
El matutino deportivo Olé, antes chupamedias de Grondona, luego enemigo de Grondona, y ahora nuevamente amigo del Capo, insiste en sus páginas francotiradoras en decir que el Grondona de la ancianidad es el que se ha dado cuenta de todos sus errores y pretende enmendarlos.
 
¿Grondona arrepentido? No señores, eso no ocurre ni en los sueños. Fue Grondona y fueron los integrantes del Comité Ejecutivo (con algunas excepciones) quienes avalaron y participaron durante décadas de este sistema (y otros sistemas de evasión). Sueldos pagados una parte en recibos y otras en sobres, empresarios dueños de pases, dirigentes dueños de pases, comunicadores dueños de pases, plata girada a las islas Caimán, a Miami, a Uruguay. Todo sucedía y sucede hoy en el fútbol argentino.
 
Mayoritariamente la prensa deportiva, complaciente con todos ellos, sobó el lomo de directivos, empresarios e intermediarios tratándolos como si fuesen maestros de un monasterio. Algunos por el simple hecho de ganarse una entrevista, una primicia o un almuerzo. Otros como el relator de A todo Boca en radio Cooperativa que en la tarde del sábado repite lo que le dice un representante: “No podemos hacer otra cosa, si no hacemos las triangulaciones, el estado, con los impuestos, se queda con todo”.
 
¿El estado se queda con todo? La frase suena igual a la voz de los ruralistas. Una mentira absoluta de quienes se llenan de plata y quieren más, más y más. El periodista, no dice nada.
 
Como muchos no dirán nada el próximo sábado. Día de elecciones en San Lorenzo y día en que una lista tinelliana, favorita, intentará quedarse con un club. A base de mucho dinero. Pensando en el dinero. Igual que los trianguladores.

Hipercrítico en Twitter:
http://www.twitter.com/hipercritico

{moscomment}