EL MAL CLIMA Y EL PERIODISMO/  
Energúmenos

HINCHADAS DE BOCA Y RIVER/Por: Pablo Llonto. El clásico grito de guerra recorría la Bombonera el domingo por la noche entonado por medio mundo. “Que el domingo cueste lo que cueste/el domingo tenemos que ganar”. Idéntica composición musical, obra de un fanatismo inicialmente simpático luego horriblemente humano, se escuchó en la tribuna de los hinchas de River luego de la derrota ante Quilmes. Se viene el superclásico, y más de uno en la semana, ideará cantos de batalla, amenazas a los delanteros, planes de emboscada a un DT.

Los de Boca, incentivados por su barra, se acercaron el domingo al micro predispuestos a cometer una tentativa de linchamiento.

En Rosario, en cambio, el linchamiento se consumó: cuatro hinchas fueron a buscar a Yacuzzi y a Casteglione y los agarraron a trompadas. Otros cincuenta hinchas intentaron derribar el portón para ingresar a la zona de estacionamientos y amenazar a los jugadores.

Estos curiosos “acercamientos” de los hinchas a los jugadores, son bastante ignorados por la prensa. Suceden en los entrenamientos, sábado a sábado, domingo a domingo, y trascienden a partir de los casos más resonantes: Boca, River, los grandes o...cuando en el hospital atienden al herido.

Movilizados por el espíritu triunfalista que se exalta desde los medios de comunicación (la radio, la tele y los programas partidarios juegan un rol especial), la mayoría de nuestros periodistas conciente o inconcientemente pone su granito de arena para colaborar en el incendio posterior.

¿Es difícil pensar en una prensa que oriente el pensamiento de los hinchas rumbo a la aceptación de las derrotas?

Acusar de ingenua a esta posición genera un desafío: qué tal entonces si nos ponemos a pensar en una solución. Porque a esta altura ya cansa la hipocresía de quienes en sus medios agitan el resultadismo, el ganar a cualquier precio, el drama del descenso y mil zonceras más, y luego aparecen en cámara horrorizados por la sangre que corre en los estacionamientos y playones.

La discusión sobre los roles del periodismo, gran tema ausente en cuanta reunión de periodistas se lleve adelante, quizás llevaría al comienzo de los problemas. ¿Han sido los periodistas quienes iniciaron en el rito fanático a los hinchas?

Hace unos años escribió Eduardo Galeano sobre el fanático: “La manía de negar la evidencia ha terminado por echar a pique a la razón y a cuanta cosa se le parezca, y a la deriva navegan los restos del naufragio en estas aguas hirvientes, siempre alborotadas por la furia sin tregua...La sola existencia del hincha del otro club constituye una provocación inadmisible. El Bien no es violento, pero el Mal lo obliga. El enemigo, siempre culpable, merece que le retuerzan el pescuezo”.

Hoy, tarde ya para frenar a los agresores, temprano aún para empezar un debate, queríamos lanzar una nueva botella al mar. Ya lo hicimos alguna vez. Pero sabemos también que, en algún siglo, alguien la tomará.

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