Por Pablo Llonto. ¿Jubiloso día el martes 29 de enero de 2013? Julio Grondona anunció que se retira de la presidencia de la AFA.

 

¿Jubiloso día será el 6 de abril de 2015? Julio Grondona, si tiene palabra, dejará su sillón después de 36 años.

Pero, ¿retirado Grondona se retira el Grondonismo?

Ni por asomo. El entusiasmo periodístico (en especial por las radios) confirmó que somos tan, pero tan complacientes que nos alegramos con el verso. En este caso, el verso de Grondona.

El anuncio de Grondona alejándose en 2015 más que una buena noticia es una pésima noticia. Significa que tenemos más de 750 días para soportar al peor dirigente del fútbol.

Basta con mirar el estado de los clubes, las muertes y la violencia en las canchas, las evasiones fiscales, las deudas con el estado, el saqueo de las Inferiores, la falta de democracia en la AFA, los estadios sin terminar y el enorme negociado que chupó la sangre del pueblo durante años (el fútbol por TV, por cable y codificado) y sabremos qué nota hay que ponerle a Grondona.

Dos años más de Grondona son dos años más de desquicio.

Y lo peor es que el desquicio seguirá porque se vienen los Grondonitas.

Una dirigencia que, ni es nueva, ni es creativa, ni es revolucionaria, ni es crítica.

Julio Grondona anunció su telegrama de renuncia no en un programa deportivo sino en el esperpento de programa que conduce Oscar González Oro en radio 10.

¿Donde sino iba a dar la primicia Grondona? Para semejante desquicio dirigencial, un desquicio informativo. Claro, la finada esposa de don Julio, fanática de los brotes derechosos de Oro, le había sugerido a Julito que cuando tuviera que hablar con los medios lo hiciera con González Oro.

Y Julio cumplió, luego de quitarse el anillo más famoso de la Argentina, aquel que daba un permanente consejo de “me cago en todo”. El anillo de la frase “Todo pasa”.

En la mayoría de los diarios nacionales empezaron las especulaciones sobre el sucesor: Alejandro Marón, presidente de Lanús, Germán Lerche, de Colón, Julio Grondona (hijo) de Arsenal, Mario Contreras de Godoy Cruz de Mendoza, Marcelo Tinelli, el vice de San Lorenzo y Juan Verón el ex jugador de Estudiantes.

Es decir, renovación cero. Todos los nombrados se criaron a imagen y semejanza de Grondona y, en los últimos años, los supuestos jóvenes directivos brillaron por la ausencia de ideas, aportes, estrategias para mejorar el saqueado y sangrante fútbol argentino.

Ni siquiera hemos mencionado el tema de los resultados (juveniles, mayores) porque formamos parte de la ínfima porción de periodistas a quienes nos importa un rábano ganar o no ganar campeonatos, si en cambio se juega bien, limpio, bonito y se hace del deporte una herramienta social, especialmente para niños y niñas.

En el colmo del dislate, el vicepresidente segundo de Boca Juan Carlos Crespi dijo que no descartaba que Grondona siguiese más allá de 2015 y hasta vaticinó una "libanización" en el edificio de Viamonte cuando llegue la hora de la sucesión.

Grondona, ese gran ilusionista que engañó a la prensa y a muchos hinchas, sacó esta semana un nuevo conejo. Los déspotas del mundo, lo admiraron.