EXCLAMA

Por Pablo Llonto. El daño ya fue causado. El periodismo deportivo argentino ha caído una vez más en la maldita costumbre de creerle al periodismo deportivo argentino y así, en cuestión de horas, la falsa noticia de un disloque de jugadores de Boca en alegres boliches nocturnos, se convirtió en acusación, burla, persecución y ediciones amarillo-fascistoides que colmaba páginas y noticieros.

La tentación de “no comerse una primicia de otros” ha vencido. También ha vencido el periodismo al que sólo le importa el costado comercial. Crónica inició el desparramo y tras Crónica se encolumnaron la inmensa mayoría. Perfil.com, el invento de Fontevecchia que se jacta ante la SIP y en otros escenarios empresariales de su seriedad informativa mantuvo varios días las fotos de Clemente Rodríguez y Erbes con señoritas asegurando que fueron tomadas “en la previa del partido con Unión”.

Todas las desmentidas posteriores, la del dueño del boliche diciendo que son fotos de mucha antiguedad, la de los jugadores y el propio sentido común quedaron relegados.

Sin embargo a esta columna no le interesan las fechas de las fotografías. El punto vuelve a ser: ¿Para esta pavada estudian y enseñan periodismo?

Si en los últimos días usted recorría los principales diarios de la Argentina se hubiese encontrado con las más diversas conclusiones y deducciones alrededor del tema. Todas ellas elaboradas por algún audaz periodista, editor, dueño de un medio, que luego se ufana ante sus amigos de trabajar en un medio serio: Por ejemplo en el diario La Capital de Rosario se hablaba con certeza de esta manera:

Al parecer Clemente, no bien bajó del avión, el pasado jueves tras haber arribado al país luego de jugar en Guayaquil ante el Barcelona de Ecuador, por la Copa Libertadores, se dirigió a una disco llamada Kasike Bar, ubicada en la zona sur del conurbano bonaerense..Lejos de la preocupación por el mal presente del equipo de Carlos Bianchi, el lateral aparece en varias fotos abrazado con diversas chicas y bailando con ellas. ¿Qué pensará “el Virrey”?”

El sitio MinutoUno.com, especialista en asuntos del feo-periodismo, se mandó con seguridad Gelgluniana: “Mientras que Erbes estuvo en un boliche de Capital Federal el pasado sábado a la madrugada. Boca se entrenó el viernes en horario matutino...A pesar de los resultados, los jugadores de Boca se divierten”. El suplemento mendocino Ovación.on line tambien cargó las tintas: “Clemente habría salido el jueves, ni bien llegó de Ecuador tras el juego ante el Barcelona por la Copa Libertadores, al boliche Kasike Bar; mientras que el volante salió a bailar el sábado a la madrugada, antes de quedar concentrados para el choque ante el Tatengue. Aparentemente, al Pichi se lo vio muy “acaramelado” con una morocha y se fueron juntos de la discoteca. Las fotos fueron subidas a las redes sociales. Lejos de preocuparse por el mal momento xeneize, los chicos se divierten”.

Y en las radios, algo parecido. Con el agregado particular que da cierta impunidad ya conocida de quienes frente a un micrófono (las palabras se registran mucho menos) dicen cualquier cosa. En radio del Plata, durante el programa que conduce Gustavo Silvestre, se burlaban de la camisa a cuadros de Clemente.

Desde el aberrante puritanismo se podrían preguntar ¿Y esto de publicar jugadores de fútbol bailando en boliches a quién le importa?

Desde el inquietante momento que vive el fútbol argentino, con un promedio de diez hechos de violencia, cuchillazos y muerte por fin de semana, simplemente decimos. Así es como alimentamos el monstruo, brindando pasto a esas fieras indomables que van a las tribunas a insultar jugadores, lanzar piedras a los micros o esperarlos valientemente, a la salida del vestuario, entre una multitud de imbéciles que creen que hay que ganar siempre.

Como suele pasar, ya es tarde. Y nadie pedirá disculpas.