Por Pablo Llonto. Esta semana los éticos del periodismo han puesto el grito en el cielo. La tapa del diario ultraamarillo de Magnetto y Ernestina de Noble (matutino MUY) mostró una foto del cadáver de Angeles y al mismo tiempo, en un recuadro al costado, informó que “Piden la cabeza de Cantero” en Independiente.
Perteneciente al Grupo Clarín, el diario MUY acató sin problemas el Manual de Estilo de Clarín que, según se indica en su índice, lleva las directivas de Ernestina de Noble, Héctor Magnetto, José Aranda, Lucio Pagliaro y el Gerente de Personal Jorge Figueiras sobre cómo hacer periodismo en el Grupo:
“Clarín no publicará fotos sangrientas o escandalosas de muertos, mutilados, suicidios, desnudos etc. Sin embargo podrán publicarse, previo acuerdo con los editores, cuando su valor social, histórico o político justifique la excepción”. (Página 121 del Manual)
Nada dice el Manual en cambio de cómo se debe redactar una información sobre barras bravas y su actuación impune en el fútbol argentino.
Quizás por ello MUY tituló el pasado viernes – en tapa - que lo más importante en la noche del jueves en Avellaneda cuando las bandas fascistas atacaron al presidente del Rojo había sido que “pedían la cabeza de Cantero”.
Casi tan notorio como el llamativo título del diario Deportivo Olé (que no publicó la foto del cadáver de Ángeles porque quizás sus editores no encontraron el aspecto deportivo que justificara tal interés) que optó por titular: “El juego de la silla” ante la violencia de las democráticas huestes moyanistas en Independiente.
Diario Popular se inclinó por algo más clásico “Bochorno Infernal”, Crónica puso el dedo en la herida que corresponde (“Casi lo matan”) y Tiempo Argentino arriesgó más: “Moyano y Barrionuevo detrás del escándalo en Independiente”.
Mientras el periodismo argentino aún debate si debemos publicar o no fotos de cadáveres, el periodismo deportivo no encuentra la manera de unificar el discurso frente a los Grupos de tareas que quieren adueñarse de tribunas, calles, clubes, estadios y gimnasios.
El chiste o la disminución de la gravedad de los hechos son los recursos elegidos por algunos.
Eso sí, cuando la silla o la mesa que vuela le parte el ojo o la cabeza a un reportero gráfico o a un periodista el título correcto es “violenta agresión a la prensa”.
El diario MUY es dirigido por un periodista que viene del periodismo deportivo y que es un acertado escritor de cuentos, Horacio Convertini.
Las líneas que explicaban la publicación del cadáver de Ángeles las redactó otro hombre que viene del periodismo deportivo, Gonzalo Abascal.
Ni uno ni otro, excelentes compañeros de antaño, pueden evitar las garras en las que han caído.