Por Pablo Llonto. Mucho periodista confundido con esto de la constitucionalidad de una de las leyes más valiosas en 30 años democráticos.

Es más: mucho periodista que no ha leído el texto de la ley y menos la sentencia completa de la Corte. Ni que hablar de los periodistas deportivos. Bastante distraídos con esto de la pelotita, la ovalada o el Masters de Londres.

La ley es uno de los grandes pasos para desarmar los viejos muros de la dictadura (aún quedan unas cuantas leyes del genocida Videla y sus secuaces dando vuelta). Para escalar la senda que nos lleve a una igualdad plena, aquella que existirá cuando realmente no sea necesario un estado regulando y regulando. Pero hoy era necesario mandar a la lona la ley de la muerte y la censura, y abrir las puertas a las voces que nunca tocaron ni la puerta de un estudio de TV ni la de una radio.

¿Y qué hay del deporte con este fallo de la Corte? Para empezar la reafirmación de la constitucionalidad de la ley y por ende del artículo 77 que garantiza el derecho al acceso universal de los acontecimientos deportivos (en directo y gratuito), de un listado que elaborará el Consejo Federal de Comunicación.

Lo mismo con el artículo 80 que garantiza la retransmisión o emisión total o parcial por emisoras de radio de acontecimientos deportivos que no podrán ser objeto de derechos exclusivos.

Pero lo más importante es el rescate del federalismo, del pluralismo y mayores libertades para generar contenidos y expresar opiniones.

Uno se pregunta ¿qué periodista de estos que critican la ley sabrá la realidad de las provincias y los pueblos con la 26.522?

¿Qué periodista deportivo recurre hoy a dos medios audiovisuales, paridos por la ley, como el canal estatal DeportTV (al que ignoran) o a la página del BACUA (Banco Audiovisual de Contenidos Universales Argentinos) para encontrar allí maravillosos documentales sobre el deporte (¿Había visto usted, por ejemplo, la historia del Casi Campeonato Mundial de Fútbol que se juega en la Argentina en 1942 en plena Segunda Guerra Mundial?)

¿Qué periodista deportivo sabe que hay dos canales de Universidades Nacionales (Córdoba y La Plata) que han empezado sus emisiones y que allí también se preparan notas deportivas, coberturas de acontecimientos locales y menos, mucho menos, tanta sanata sobre Boca y River?

Hoy el pueblo ha naturalizado una pequeña conquista: el Fútbol del campeonato más importante es gratis. Y será más gratis aún cuando la TV Digital argentina llegue a cada rincón del país y tengamos todos el decodificador.

Todo ello conforma el mundo, por ahora subterráneo, de una ley de medios audiovisuales que seguramente se preocupará más por el deporte en serio y no como un canal de aire que los sábados a la noche, y conducido por un tal Nacho Goano se dedica a incentivar la carnicería entre dos hombres encerrados en una jaula, actividad a la que se atreven a llamar deporte.