PERIODISMO DEPORTIVO Y MERCADO DE PASES
Cómo leer "Noticias de una transferencia"

Pelota de fútbolmuchos dólaresPor: Pablo Llonto. La gente sobrevalúa la capacidad informativa de los periodistas deportivos. Cree, por ejemplo, que en el verano gozamos de una infinita capacidad: conocer las últimas noticias del mercado de pases y confía en nosotros después de hacernos dos preguntas en una. Nos dicen: ¿Y? ¿A quién compra Independiente este año? Cuando éramós jóvenes admirábamos el efecto inmediato que causaban nuestras afirmaciones. Claro, creíamos a ciegas en nuestras fuentes. Hoy sólo sabemos un dato: descreer de toda cifra que se escucha o lee.

¿Cómo?
 
Va el primer ejemplo: usted puede leer en cualquiera de los diarios de estos días que Vélez compró el 50% del valor del pase del chileno Ponce "monto sobre el que no quisieron ahondar los dirigentes velezanos, aunque sería cercano a los 800.000 dólares".

La noticias como ésta se multiplican por cien. River, Boca, Olimpo y hasta Chacarita venden, compran, permutan y se desviven por decenas de futbolistas cuyos apellidos suenan a futbolistas de verdad. De las cifras, poco se averigua. Y aquí viene la cuestión. Cuando usted lee que un club vendió a fulano de tal por un monto fabuloso no debe creer que todo ese dinero ingresará a la tesorería. Si lo hace vive en otro siglo. El XX.

Carecen los periodistas del rigor necesario para penetrar en los misterios de cada operación. Cuando en estos tiempos se adquiere un porcentaje de un pase lo interesante es conocer quién se ha quedado con el resto de la porción de la torta.   

Sobre ello, nadie recibirá información. Mucho menos recibiremos detalles sobre la discriminación del monto. ¿Cuánto va para el empresario? ¿Cuánto para el jugador? ¿Cuánto para el sindicato?

Los clubes son instituciones privadas que reciben - y recibieron - ayuda pública. Acá va el listado: Legislaciones de protección, porcentajes del PRODE, aportes a obras sociales, jubilaciones etc.

Sería bueno que por ello y en bien del derecho a la Información Pública algún día podamos obtener el acceso a todos estos contratos que saturan los meses de verano.

Segundo ejemplo: "Castrillón se fue por la puerta de atrás". Se entrenó tres días y sorpresivamente viajó a Alemania". En la página 51 de Clarín el periodista insinúa - tal como hicieron otros colegas - que el colombiano "abandonó sorpresivamente el país". Pero líneas más abajo se puede leer que Independiente Medellín y Arsenal tenían "un acuerdo de palabra".

Entonces, ¿por qué insisiten los periodistas pro-sistema en "moralizar" determinadas situaciones de algo que es un Gran Negocio"?

A los futbolistas no les interesa más que "la platita" y si Castrillón partió rumbo a Alemania con la ilusión de un buen contrato no hizo más que acatar la primera regla popular del capitalismo ("por interés baila el mono").

El vicepresidente de Arsenal, Miguel Silva, se queja: "En este fútbol de hoy parece que hay que acostumbrase a que nos tomen el pelo". Ay Silva, ay Silva. ¿ Y por qué no te preocupaste por tu cabellera el día en que tu club encabezó el movimiento "votemos todos a Julio Grondona en la AFA"?

Fue Dante Panzeri quien en 1967(¡!) señaló que los futbolistas "tratan de pasar el fugaz momento de permanencia en el negocio con la consigna de arreglar cada uno como mejor pueda".

En eso andan desde hace cuatro décadas.

Mientras los periodistas deportivos sigan pensando que los pases son noticias y no negocios para investigar o se ilusionen con un mundo en el que priman "los acuerdos de palabra", la gente nos seguirá formulando las dos preguntas de siempre, con la misma inocencia. Y todos a chuparse el dedo.

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