Por Pablo Llonto. Agua y agua. Un domingo lluvioso y sin fútbol es ideal para las derivaciones y divagaciones. Se ha puesto de moda premiar a los periodistas, conductores de programas, relatores y diversas especies de nuestra profesión.
Años atrás discutimos en esta columna los premios Konex. Hoy le ha llegado el turno al manoseado premio “Personalidad Destacada” que entrega la Legislatura de la ciudad de Buenos Aires.
Tres periodistas deportivos, o con pasado de periodistas deportivos, han merodeado el Palacio en búsqueda de su diploma.
Horacio Pagani, como personalidad del deporte (SIC), Enrique Macaya Márquez como personalidad de la Cultura y, también por este último rubro (la cultura), el ex relator e integrante de la Oral deportiva Marcelo Tinelli, hoy convertido en dirigente de San Lorenzo y jefe de Prensa de la AFA (por ende ha regresado a las lides periodísticas). Y si no veamos el último número de la revista de la Asociación del Fútbol Argentino que lo tiene en su tapa. Sí, aunque usted no lo crea, el nuevo director de Comunicación y Prensa de la Asociación fue el entrevistado para el número mensual de la revista del Fútbol argentino que él y su gente distribuyen a centenares de periodistas de todo el mundo.
“Me pone muy feliz trabajar en la AFA” dice el reporteado Tinelli al reporteador, empleado de Tinelli.
Esta debe ser la nueva cultura periodística y quizás por la suma de una serie de actos culturales tinellianos la Legislatura decidió brindarle pleitesía.
Ha dicho José Pablo Feinmann en Página 12 sobre el premio a Tinelli: “El programa de Tinelli no es ni divertido. Está hecho para el espectador mira-culos. Es la apoteosis del culo-idiotizante. De esta forma, es un programa ideológico-político. (...)Un culo es ideología. Ideología de dominación”.
El particular análisis de Feinmann, complementado por apreciaciones varias sobre el espectador de Tinelli, dan pie para reflexiones varias. Una de ellas puede ser ‘ojo que Tinelli no es el único ni el primero’. Y que el problema es la comunicación que pretendemos para nuestra Argentina y nuestra Latinoamérica. Porque hay varios que, meciéndose en nuestra ideología, van por los mismos caminos del culo.
Nuestro punto de vista, no pretende coincidir con Feinmann. Se trata de ir a una pregunta y, de ser posible, a una respuesta. ¿qué significa premiar a un periodista? Por el momento los premios a los periodistas parecen más un homenaje de la Gerontología.
Respetable disciplina que se dedica al estudio del envejecimiento.
Tanto Macaya, Pagani como Tinelli son expresiones de la vieja comunicación y el viejo periodismo. El periodismo que no se preocupa más que por el rating, la frase hecha y la pelota.
Los estímulos que deberían generar los premios, suponemos, tendrían que basarse en la inventiva, la investigación profunda, los descubrimientos, la calidad de una nota, la ayuda a los demás, el mejoramiento de la especie (periodística), la colaboración con una causa justa, y miles de tópicos más.
Sabemos que esto, a los premiadores, les importa tres belines (uso de palabras en extinción) y que seguirán por la misma senda. Pero quizás de tanto ir con nuestra gota de agua…horademos.