foto clarin arsenal lanus

Por Pablo Llonto. ¿En qué se parecen Martín Palermo y el hombre que calzaba un arma en su crecida cintura la noche de Lanús-Arsenal? Hoy, cuando ya sabemos el nombre del personaje, vienen a la mente tres reflexiones.

 

Al entrenador de Arsenal (y a algunos de sus colaboradores y jugadores) les vendría muy bien un repaso de Pedagogía y Didáctica o una buena clase de Reglamento para que aprendan a serenar los espíritus y no creer que con la tentativa de linchamiento a un árbitro se terminan sus problemas futbolísticos. Esto se llama: “Flaco, controlá tus emociones que tenés que ser un ejemplo”.

El aplauso periodístico de la semana es para el fotógrafo de Clarín, Guillermo Rodríguez Adami.

Dedicado al rol periodístico de la denuncia con sentido, ojo atento y dedo más atento, se animó a retratar de frente y de perfil, de espalda y de colores, al hasta entonces “hombre sin nombre” del club Lanús que portaba un arma.

Hizo muy bien Rodríguez Adami en dar a luz su foto.

Los que no la pegaron o mejor dicho, salieron a pegar mal y feo son los editores y los “periodistas sin nombre” de Clarín.

Desde el mismo domingo, día de aparición de la foto en la tapa, cuando un anónimo y escondido autor del epígrafe escribió: “En Lanús dicen que no lo conocen” hasta los dos artículos sin firma que condenaban a la dirigencia del club el domingo y el lunes. Para el desaforado Palermo, piedad.

Los dirigentes de Lanús, con la enorme responsabilidad de individualizar al sujeto de las balas escondidas emitieron en la noche del domingo un comunicado de prensa. Dijo la Comisión Directiva de Lanús: “ A raíz de las publicaciones efectuadas tanto en el diario Clarín como en el periódico Olé en sus ediciones del domingo 9 de noviembre procederá a brindar una conferencia el día 10 de noviembre…asimismo pretende dejar aclarado que ninguno de los periódicos antes citados se ha contactado con directivos del club Lanús como instancia previa a la publicación efectuada en la tapa del diario Clarín y en su página 79 y en las páginas 18 y 19 del diario Olé…”

Caramba. Habían pasado menos de 24 horas y un club aseguraba que las supuestas consultas del sábado eran falsas. Lanús decía que Clarín estaba mintiendo.

Finalmente el lunes, conferencia de prensa. Alejandro Marón presidente de Lanús le puso nombre y apellido. El de la pistola en la cintura ocupa el puesto de colaborador de su padre, el Jefe de Seguridad del club. Es un policía de la Federal, Esteban Rodrigo Juárez, hijo del comisario retirado Luis Juárez. Un uniformado de civil que tendrá que aprender unas cuantas normas.

Este cronista estuvo el lunes con Marón en la Universidad de Avellaneda y se habló sobre el tema. “Se trata de una persona que acompaña al plantel, realiza tareas de control en el estadio como ver si están todos los detalles inclusive controlar que funcione el grupo electrógeno. Estuvo con el arma descargada, e intentando evitar que los de Arsenal le pegaran al árbitro; pero desde ya aclaro que Lanús se ha puesto a disposición de toda investigación que se deba hacer y si hubo falta que le caiga todo el peso de la ley. Pero los medios del grupo Clarín mintieron diciendo que nosotros no lo conocíamos, hasta llegaron a decir en TN que era mi custodio. Lo conocemos y por eso el club pone todos los elementos a disposición de quienes tengan que investigar”.

La historia no podía estar completa si no conocemos el especial encono que Clarín tiene contra uno de los clubes mejor administrados de la Argentina al considerarlo un club nacional y popular, antiprivatizador, y por ende… enemigo.

Impensadas derivaciones de un caso que para algunos pintaba para Felicitación Muy bien 10.

Y ahora nos quedamos sólo con el muy bien 10 para el fotógrafo. Y la eterna lección de ¡cómo mienten los que escriben!