SEQUÍA INFORMATIVA Y LAS MISMAS COSAS DE SIEMPRE
La Rural y la pelotita

la ruralPor: Pablo Llonto. Y sí, llegaron…¿Desde dónde, si no desde la Rural iban a transmitir buena parte de las emisoras porteñas durante agosto? Sinceramente, siempre supimos del incorregible oportunismo de los dueños de los medios y de muchos conductores de radio, pero eso de escuchar doscientos programas iguales, comentando la vida del toro Cleto, o los avatares de quienes portan los apellidos de siempre, ahora con pompa y esplendor, paseando entre las vacas y los peones, diciendo siempre las mismas cosas de siempre

¿Estudio móvil?

Por cierto que la carencia de ideas es abrumadora. Llaman estudio móvil al atornillado estudio inmóvil que todos los años montan en la Rural. ¿Para qué?

¿Cuál es la razón periodística para transmitir desde el lugar donde se comercian y se airean Bradfords, Angus y algún Murray Gray?

Callejean criadores de cerdos (no, no son lo mismo), personajes rancios evadidos de telenovela colombiana; gente que recurrió una, o dos, o mil veces al botox. Se los ve radiantes, liberados. De pronto, un locutor, un analista, un columnista de deportes, realiza un comentario sobre el frío y cómo siete grados sobre cero afectan a la gente que vaga por la Rural. ¿Alguien por favor les puede llevar un termo con agua caliente y un par de frazadas a los pobrecitos?

“Vamos con Niembro”, la tira deportiva de radio Del Plata, se enternece con similares contemplaciones. Aldo Proietto, columnista, o quinta columnista de Niembro, algo así como “La Momia” de la prensa futbolera, habla pero, o se le han cruzado las copas, o de verdad no se entiende de qué habla. En España llaman a esto “sequía informativa”. 

Todos a la Rural. ¿esa habrá sido la orden de los directores de programación? ¿Y los deportivos también? ¿Será por la presencia de los caballos raza Polo? 

Personas de dudosa relevancia pasan por los micrófonos para decir más y más del campo. Porque ellos son “el campo”. Ya lo sabemos, ustedes no quieren retenciones, se la quieren llevar completita a las Caimán.

Y la elegancia, por supuesto la elegancia. Niembro describe los tapados, los gorros, las boinas de las señoras que, este año, aprendieron a cacerolear.

Tal vez no hayamos entendido nada. Y toda esta moda invernal de irse para la Rural ha sido muy educativa y muy imprescindible para la sociedad y el deporte (la misma moda que les da en abril cuando unos cuantos se van para la Feria del Libro). Claro, debe ser eso. Nos preparan desde allí para la dura vida que se nos viene encima.

Caramba, tiene razón la abuela, con sus malditas frases hechas: “esto es como las lentejas, o las comes o las dejas”.

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