LA CRUELDAD DE LOS MOMENTOS ÍNTIMOS
Las borracheras son de nosotros

OrtegaPor: Pablo Llonto. Leímos, con alguna desconfianza, el breve choque de la semana. Matías Martin encara con dureza las andanzas de Guillermo Andino y América Noticias que horas antes había exhibido, con derecho a mil replays, la salida alcoholizada de un Burrito Ortega expuesto a las rigurosas miradas de una sociedad moral de boca, amoral de pensamiento y acción. 

Hipocresías varias
 
Entre los periodistas deportivos priman ciertas ideas lindantes con los códigos de vestuario de los futbolistas. No son nuestro tipo. Los argumentos para caerle al estilo amarillo y demagogo (de cuarta) de Andino ya han sido dichos. Hay otros, que pueden combinarse con los primeros y que invitan a sumarse a una reflexión: ¿por qué se exhibe sólo la crueldad de los íntimos momentos de actores, deportistas y, muy de vez en cuando, de los políticos?

Andino no es un periodista de este lado. (Entiéndase de este lado por aquello que irrita a ciertos lectores hipercríticos, las cuestiones de clase). Sus preferencias estéticas se asimilan a las de una trilogía: Susana, Tinelli y Sofovich. Pero las otras, sus preferencias políticas, lindan con las de su padre: los poderosos.

¿Tiene eximentes Andino cuando pasa imágenes de un futbolista ebrio e irresponsable que sube a un auto y a la vez el mismo Andino calla los mil hechos iguales que abundan a la salida de las fiestas de los dueños de los medios de comunicación, los dueños del fútbol, los dueños del país?

¿Por qué Andino, y otros, se sienten atraídos por los caseros descalabros de un  futbolista y no por los desatinos cotidianos de los banqueros, polistas, generales, almirantes o presidentes de las sociedades rurales?

¿Serían más creíbles las Barbies y los Barbies de nuestro periodismo si emitiesen y comentasen las visiones de un Miguens en su vehículo luego de los Chandones en la Rural?

Mostrar comportamientos nada solidarios (manejar ebrio es uno de ellos) merece un felicitado cuando se trata de periodistas íntegros. Andino – y América Noticias – llegará a ese escalón cuando disponga que sus astutos investigadores, o cámaras sorpresa, se aposenten en los restaurantes más lujosos y secretos y enciendan las luces a la hora en que suben a sus autos los escuálidos de la patria.

Matías, no es mala leche la de Andino. Es leche entera.

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