PERIODISMO EN LOS JUEGOS OLÍMPICOS
Oro, plata, bronce, lata

Beijing 2008Canal 7Gonzalo BonadeoPor: Pablo Llonto. Ahora que los argentinos estamos alborotados y compartimos conversaciones sobre atletas, tatamis, récords,  jamaiquinas, luxaciones y trajes de baño, es bueno recordar que aún quedan periodistas lúcidos y que vale la pena un madrugón, la tele encendida y los críos al lado dispuestos a creer que uno sabe, por ejemplo, "¿papá, por qué las del salto ornamental se pegan un duchazo después de salir de la pileta?

De poco un todo

La bandada de periodistas que va y viene con noticias y comentarios de los Juegos Olímpicos ya tiene su medallero.

Oro para los modestos, resignados y sonrientes panelistas de Canal Siete.

Aleteando como pueden, sentados en un estudio de Figueroa Alcorta, a 19.300 kilómetros de Beijing, con el aporte del enciclopédico (Gustavo Kuffner) y las apreciadas enseñanzas de variados deportistas (sobresalen Vanina Oneto, María del Pilar Pereyra), sin gritos y con ganas de darle mucha participación al pueblo (en el canal que de una vez por todas debería ser "tv pública"), ya están en el podio. Aciertos: mantener la pantalla firme en los momentos justos, antes y después de los acontecimientos que más importan, reiterar las novedades para el televidente común y responder, por ejemplo, al acertijo de los duchazos. Desaciertos: haber llenado de alcahuetería la transmisión pasando cada diez minutos la cara de Cristina con boina diciendo que a los deportistas "les vamos a hacer el aguante", haber tomado ese término como slogan de la "TV pública" e insistir con llamar "norteamericanos" a quienes deben llamar "estadounidenses".

Plata para TyC Sports, a cuyo equipo salva, en el noventa por ciento de los casos el magistral Gonzalo Bonadeo y el catedrático Alejandro Fabbri. Si resulta cierto que enviaron sesenta personas, a 19.300 kilómetros de Buenos Aires, la diferencia con Canal 7 es breve. Desaciertos: los reportajes colmados de preguntas obvias, las transmisiones que se anuncian en directo cuando son imágenes que ya salieron en el Siete, la falta de creatividad para explotar la presencia en China, el poco sentido común para impedir que veamos diez minutos seguidos, o cinco, de quienes han logrado la alegría. Llorar de emoción o por una derrota, también es deporte.

Bronce compartido para Página 12 y Barcelona (preocupados en el dato llamativo –Juan José Panno en Cuentos Chinos- , el humor y la buena pluma, por ejemplo, de Juan Sasturain sobre Bolt). Titular de Barcelona: "El Comité Olímpico exige que los deportistas que ganen medallas compartan el podio con los médicos que los dopan"; y ahí nomás, pegaditos, los demás diarios argentinos y la insistencia en copiar, cada cuatro años, la cobertura del Juego pasado. Excepción: los artículos de Ariel Scher en Clarín.

Lata para el enviado especial de Perfil.com, Diego Laje, capaz de preguntarle a Ginóbili, cuando el NBA le dice que el sueño es volvernos a casa con una medalla"

"¿Y qué medalla en particular?"

Lata para unos cuantos autocensurados que nada dicen, desde China, de la presencia del intendente de la dictadura Julio Cassanello como presidente del Comité Olímpico Argentino; lata para la falta de visión de los medios argentinos que, enviados a China, nada menos, dicen cero de las desigualdades y de la explotación del falso socialismo chino y sólo repiten el discurso dominante: "¡cuánta tecnología! ¡cuánta amabilidad! ¡cuánta limpieza!".

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