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Víctor Hugo investiga y el Gobierno castiga

Luis Majul/Por Luis Majul. En las últimas horas sucedieron dos hechos alrededor de Él y Ella que vale la pena comentar.

Uno es que Víctor Hugo Morales anunció con bombos y platillos que desmentiría una por una las afirmaciones contenidas en el capítulo La doble moral de Víctor Hugo. Todavía no sucedió nada de eso.

Al contrario, cada vez que intenta aclarar algún episodio, se enreda todavía más. Y sus esfuerzos para que las fuentes que aportaron información sobre su conducta profesional digan lo contrario a lo que se señala en el libro resultaron infructuosos.

Torcuato Sozio es el ex subgerente de Asuntos Legales de la Superintendencia de Riesgo del Trabajo del Ministerio Trabajo y Seguridad Social. Sozio me contó que él  se negó a destrabar al relator un contrato de publicidad de 60 mil pesos mensuales en 2005 porque consideraba que no estaban dadas las condiciones legales mínimas para hacerlo. Se lo dijo en la cara al propio Morales, cuando este se lo fue a reclamar en su despacho del piso 17 de la Galería Jardín.

Desde que Él y Ella llegó a las librerías, colaboradores del conductor están intentando convencer a Sozio para que cambie su versión de los hechos. Sozio aceptó encontrarse con Morales para recordarle cómo, cuándo y en qué circunstancias el relator lo fue a visitar. El ex funcionario le dijo que podía reunirse los pasados domingo o lunes, y siempre en horas de la noche.

Pero el jueves pasado, exactamente a las 10 de la mañana con veintisiete minutos, Sozio recibió  el siguiente mensaje de voz: 

-Hola doctor. Agustina de nuevo. Productora de Víctor Hugo.  Cuando pueda llámeme porque Víctor Hugo necesitaría reunirse antes.  Si puede ser mañana.  O que le mande usted un mail aclarando la situación.  Porque él va a presentar mañana una demanda judicial.  Si no quiere que tenga trascendencia mediática o que él lo excluya de la demanda le pido que lo vea antes del lunes.

A Sozio le sorprendió  tanto el contenido del mensaje que se lo dio a su abogado y a un escribano. Ellos van a determinar si se trata de una extraña invitación o directamente de una amenaza.

Otra fuente clave que aportó datos sobre Morales fue el intendente de Azul, Omar Duclós.

Duclós no solo reconoció que Víctor Hugo estuvo en Azul dando una charla en 2008, sino que el Estado municipal  le pagó 22 mil pesos por eso. También me dijo que quien facturó por sus servicios no fue el relator sino Mario Héctor Caballero.

Caballero, quien hace las veces de asistente personal de Víctor Hugo, figura en la lista de proveedores de la municipalidad de Azul. En una nota aparecida en sección espectáculos del diario La Nación, Víctor Hugo dijo de Caballero:

-Es mi optimizador de facilidades.

Hay un dato nuevo que no está incluido en Él y Ella, y es que Morales hizo lo mismo en 2009. Y que la factura por sus honorarios de 12 mil pesos la volvió a presentar Mario Héctor Caballero.

A pesar de los llamados de la producción del relator, Duclós jamás desmintió  los datos. Desde la municipalidad de Azul precisaron que el acuerdo entre Morales y la intendencia incluyó:

-Entrevistas al intendente Duclós y otros funcionarios que participaban.
-Promoción previa del Festival Cervantino desde su programa de radio.

Si el enojo de una persona se mide por la cantidad y la calidad de los insultos que le propina a otra, es evidente que Morales está muy enojado con quien esto escribe. Es casi tan evidente como su ignorancia sobre la manera de hacer periodismo de investigación.

El otro hecho sí  es verificable.

La censura no existe

Se trata del retiro de la publicidad oficial por parte del gobierno nacional a todos los programas y productos de La Cornisa producciones.

Fue decidido a principio de este año, justo en el momento en que altos funcionarios se enteraron de la futura publicación de Él y Ella, y al mismo tiempo en que el jefe de la AFIP, Ricardo Echegaray, decidió impartir la orden política de denunciar a La Cornisa ante la Justicia Penal Tributaria, junto con Clarín y Editorial Perfil, como denuncié con evidencias irrefutables ante la justicia penal el 11 de marzo pasado.

La Cornisa Producciones fue fundada en 1999 como una respuesta directa a le censura ejercida por el gobierno de Carlos Menem.

Todavía seguía afectado por el impacto negativo que nos había producido el levantamiento de Sin Límites, el programa que conducíamos junto a Alfredo Leuco, Marcelo Longobardi y Román Lejtman por América TV. Sin límites fue levantado debido a una fuerte presión por parte del gobierno de Menem después de haber mostrado la famosa pista de Anillaco.

Decidí crear la productora para trabajar con más libertad y menos condicionamientos. Y los que la integramos estamos muy orgullosos de lo que venimos haciendo hasta ahora. La Cornisa Producciones, además de La Cornisa TV y La Cornisa Radio, produjo, entre otros programas: El Amante (cine), la película Yo Presidente, Por qué -el programa que condujo Jorge Lanata, que mereció un Martín Fierro y que dio origen a la película Deuda-, Hemisferio Derecho y Cuatro Sillas, entre otros. También es la responsable de hipercrítico.com, un sitio donde un grupo de periodistas que pensamos muy diferente escribimos sin ningún tipo de condicionamientos.

Los proyectos de La Cornisa Producciones recibieron, en 2008, publicidad oficial de la Presidencia y de otros entes autónomos por la suma de 1.138.023 pesos.

En 2009, le fueron distribuidos 1.036.000 pesos.

En 2010, recibieron 994.166 pesos.

Pero este año todo cambió. Porque la agencia oficial solo remitió un aviso de 7.260 pesos, en enero.

El quite de la publicidad oficial coincidió con la asunción del secretario de Comunicación Pública, Juan Manuel Abal Medina.

A principios de este año, uno de sus funcionarios de confianza me comentó que a la Presidenta le habían caído muy mal los cuadernillos de Noticias con la actualización de algunos capítulos de El Dueño. Lo mismo me había dicho un importante ministro de este gobierno con el que me encontré en enero, en Cariló.

Ambos, igual que Echegaray, sabían que estaba preparando otro libro. Algunos blogueros K ya lo venían anticipando, y jugaban a pronosticar cuál sería el título.

El funcionario de confianza de Abal Medina me había pedido:

-Estamos trabajando por la reelección de Cristina. No te vamos a pedir que hagas kirchnerismo. Nosotros nos conformamos con que no hagas antikirchnerismo.

Le respondí que me parecía muy bien. Que entonces ni el gobierno ni nadie tendrían de qué preocuparse. Porque haría lo que vengo haciendo desde que trabajo de esto: periodismo. 

Parece que la respuesta no convenció al interlocutor.

Porque a partir de ese momento la presidencia dejó de pautar en los programas de La Cornisa Producciones.

No es la primera ni la última vez que sucederá.

El caso más emblemático es el de Perfil. La editorial obtuvo un fallo favorable de la Corte Suprema, y el Gobierno, en vez de acatarlo, se burló de los jueces, de la editorial y de los lectores y ordenó la publicación de un solo aviso.

Un aviso pequeño y barato en la contratapa del diario Perfil. En su texto informaba, con malicia, que Jorge Fontevecchia había premiado, en la revista Fortuna, a empresarios que habían sido acusados de evasión y de tener trabajadores esclavos.

¿Por qué se siguen manejando con semejante prepotencia y arbitrariedad?

Porque no existe una ley que regule la publicidad oficial. Y también porque se sienten impunes.

Pero sobre todo porque cuentan con la seguridad de que nadie va a protestar por la discriminación, porque sería visto como una persona demasiado preocupada por el dinero.

No es mi caso.

El dinero me importa poco.

Si hubiese elegido callarme, como hacen muchos colegas, habría sido beneficiado con cientos de millones de pesos a cambio de no decir nada.

Lo que me importa y me molesta es que dispongan del dinero que obtienen de los impuestos de todos nosotros como si fuera de su propiedad.

¿Qué diferencia hay entre el manejo discrecional y arbitrario de los fondos para viviendas sociales con los que se habría enriquecido de manera ilegítima Sergio Schoklender, y la distribución sin auditorías ni control de cerca de 2 mil millones de pesos de publicidad oficial durante 2011? ¿Con qué criterio reparten decenas de millones a diarios que venden muy pocos ejemplares y que fueron creados y mantenidos con fondos públicos; o financian y mantienen a programas oficiales y paraoficiales de muy bajo rating,  y reducen a lo mínimo o quitan de la pauta a diarios, radios, programas de televisión críticos e independientes cuya audiencia duplica y triplica a los demás? 

Vamos a mandar en las próximas horas una carta documento a la Jefatura de Gabinete y a la Secretaría de Comunicación Pública que maneja Juan Manuel Abal Medina. Si no obtenemos respuesta, presentaremos un recurso de amparo ante el fuero en lo contencioso administrativo.

Además, presentaremos el caso ante las comisiones de Libertad de Expresión de la Cámara de Diputados y de Senadores, y también ante el Instituto Nacional contra la Discriminación y la Xenofobia (INADI).

Mis colegas me aconsejaron que no haga demasiado ruido, porque la represalia puede ser todavía peor.

Pero creo que lo peor es dejarse someter y humillar por un grupo de funcionarios inescrupulosos.

Lo que hicieron con periodistas como Víctor Hugo Morales es un buen ejemplo para darse cuenta. Lo usaron en su beneficio. Los transformaron en algo que no eran.

Los contaminaron, como dijo el propio Víctor Hugo en una entrevista que le hicieron durante 2009. “Hay hijos y entenados (…) Le ensucian las manos a los periodistas y eso es una manera de atacar la libertad de prensa”. Se refería a los periodistas que no criticaban la corrupción del gobierno a cambio del buen trato oficial.

Aquella sentencia sirve para explicar su abrupta conversión al oficialismo.