REEDICIÓN DEL PRIMER DISCO DE LOS HOUSEMARTINS |
Para valorarlos en su justa medida |
Por: Alejandro Lingenti. Buenas noticias: se acaba de reeditar el primer disco de los Housemartins, banda de la que todos aquellos que tengan más de 30 seguramente escucharon alguna canción, salvo que hayan vivido sin radio. Muchos nunca los terminaron de tomar en serio, pero hay que escarbar bastante para encontrar un grupo que reúna un repertorio tan sólido -pop trepidante + soul sedoso + gospel profundo, todo en un mismo frasco- y una ética tan particular: la mayor parte de las letras de los temas de Housemartins revelaban sin ambigüedad tanto su inspiración marxista como su filiación cristiana. |
Hicieron menos ruido que muchos de los grupos de la época quizás por provenir de una ciudad pequeña y muy aburrida -los ingleses suelen usar irónicamente la expresión "Hull is dull" (algo así como "hull es aburrido /apagado / soso")-, pero se mofaron del desprecio de los londinenses con el título de este álbum debut que celebra una imaginaria goleada y estuvieron, con Scritti Politti, otra rara avis del pop británico de los 80 que aún sobrevive y con mucha dignidad, entre los más politizados, inteligentes y provocadores de la escena.
La edición de lujo de "London 0 Hull 4" que se acaba de lanzar en el mercado europeo incluye, además del material del disco aparecido en 1986 remasterizado, una buena cantidad de extras que lo transforman en una verdadera pieza de colección. A los clásicos -"Happy Hour", probablemente su canción más popular y una burla feroz a la estupidez del after office-, se añaden algunos lados B de singles que nunca llegaron hasta aquí -el glorioso instrumental "The Mighty Ship"-, temas que ponen blanco sobre negro la faceta más religiosa del grupo -"He Ain't Heavy, He´s My Brother" y "Joy Joy Joy", que explota, igual que en el clásico cover "Caravan of Love", la enorme capacidad del grupo para el canto a capella-, o la tremenda versión de "Get Up Off Our Knees" que grabaron para el famoso programa de John Peel, un dardo envenenado que muestra su cara más politizada ("no esperés a mañana para pegarle un tiro a alguien que podés rematar hoy").
Con Norman Cook completamente abocado a su rol de productor y a su carrera como Fatboy Slim y Paul Heaton inmerso en su propio mundo (luego de editar algún buen disco con The Beautiful South, la banda que compartió con el baterista Dave Hemmingway, intentó una carrera solista, pero hoy le dedica más tiempo a sus dos hijas y a comentar fútbol italiano -es un experto- para Channel 4), los Housemartins ya son cosa del pasado. Pero este relanzamiento debería servir para valorarlos en su justa medida (a propósito, ya que se edita tanto material descartable, la filial argentina de Universal podría hacer un esfuerzo y darnos el gusto...). Una prueba de la mordaz excentricidad de los Housemartins son los videos que hoy, gracias a la aparición de Youtube, podemos rescatar. Vean estos dos y díganme si no valen la pena:
"Caravan of Love"
"Happy Hour"
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