Exitoso y seriado, El Aprendiz produjo una influencia notable en la TV sucesiva, ya sea estimulando a secuelas como la versión de Martha Stewart (opacada, claro, por el original) o demostrando que el interior de las corporaciones era una zona de interés narrativo, tan así que dio lugar a un canal completo (ManagemenTV) que se dedica a lo mismo que El Aprendiz: espectacularizar los centros de poder económico, la mayoría de las veces armando concursos sobre la plantilla de recursos humanos o los avisos clasificados. Otro de los destacados del día, Descabellados (domingos a las 23), sigue la misma huella de El Aprendiz, como show de profesiones, pero aquí se pone contra las cuerdas al sistema de la idolatría intentando consagrar a una celebridad donde antes había un peluquero de barrio neoyorquino. El día en que, en El Aprendiz, la construcción de un edificio o el armado de una PYME concitaron una expectativa del orden de una final de Gran Hermano, muchísimas profesiones quisieron meterse en el negocio y, entre lo que apareció, el reality de los peluqueros se destaca sobre el de los diseñadores o el de las modelos por la adrenalina que genera ver a los inoperantes trabajando sin red sobre cabezas de humanos.

Sólo queda apostar unas fichas a Dirt (domingos a las 21). La serie de Courteney Cox Arquette es prima hermana de los reality profesionales (aquí, de paparazzi) pero en formato de ficción. El juego constante con el chisme sobre estrellas de Hollywood la emparienta a Entourage, que también abundaba en referencias a Paris Hilton o Hillary Duff, aunque en Dirt se los disfraza tímidamente detrás de seudónimos. Además, Cox Arquette (antes Mónica, en Friends) interpreta a una directora de revista que, seguramente, se llevará el título de “segunda mejor villana del año”, después de la abogada de Glenn Close en Damages.

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