EN RSM POR AMÉRICA
Humberto Tortonese pasando revista

Julián Gorodischer recomienda. Una belleza poética se suelta cada vez que Tortonese revisa las poses y declaraciones escandalosas de la farándula en su momento de Resumen de los medios. Las imágenes de tapa le provocan el mismo rapto de antaño, cuando en el Parakultural se colgaba de cabeza y recitaba aquel poema de Alfonsina hasta hacer enloquecer las estrofas, gritando las exclamaciones menos como un rapto romántico que una posesión diabólica. El monólogo furioso de capocómico televisivo se ensaña con los practicantes de la sobreexposición sexual y las guerras de la farándula, siempre de las ligas menores.

Los ojos se le abren como al protagonista de La naranja mecánica , hoy también, y se deja arrastrar por las biografías inventadas que atribuye a Luciana, a Nazarena, a Iliana, como si todo fuera una declaración de principios sobre la cultura popular. "¡Acá hay poesía!", insiste al comentar que la gatita de Sofovich prefiere escupir que tragar.

Si hay nombres propios, lo dicho nunca corre en paralelo con la injuria. Muchas veces, las chicas mediáticas piden sus servicios como si fueran las vecinas ideadas por Tim Burton que reclaman raros peinados nuevos al Joven Manos de Tijeras para volver a brillar. Y Tortonese, como Edward, les entrega el relato sexual que las tiene como protagonistas, menos como malicia para su lucimiento personal que como un acto de amor o redención. No hay traición: es un pacto entre dos de conveniencia mutua. La suya no es la compulsión a hablar de eso propia del erotómano en busca de nuevas víctimas; es una elección puramente estética que se basa en el poder revulsivo de las historias sexuales para humanizar a los monstruos mediáticos.

En todos los casos –me confió una vez- la riqueza del material se mide según el precio que figura en tapa. "Siempre me interesan más las revistitas de dos pesos". Lo barato, en este caso, rinde más.

{moscomment}