/Por: Juan Terranova. Capital intelectual acaba de lanzar el primer libro de crónicas de José Esses que se titula No tan distintos, historias de gente con discapacidad mental. Las historias que cuenta Esses giran al rededor de su tarea como docente frente a cursos irregulares de periodismo para adultos con problemas mentales. Así, No tan distintos tiene ecos de otros experimentos narrativos argentinos pero, al mismo tiempo, propone pequeños corrimientos, miradas laterales que lo hacen interesante y poco previsible. Para empezar, los protagonistas del libro no son niños o jóvenes retardados sino de adultos. Esta diferencia es capital a la hora de lidiar con el inevitable problema de la corrección política, o la incorrección, que conlleva el tema. Un niño mogólico siempre nos despertará un sentimiento de cuidado y ternura, un abismo metafísico de inocencia. Pero, ¿qué pasa cuando un hombre de más de treinta, cuarenta o cincuenta años, que no piensa bien y que sabe de su impunidad, nos dice “puto” en la cara y se ríe? Esses no plantea una prosa de denuncia y logra mostrar a sus alumnos, que pueden ser desagradables o chocantes, con una humanidad sincera que tiene, como toda humanidad, una parte teratológica. Sin golpes bajos pero tampoco sin falsas percepciones, del Gran Buenos Aires a la Patagonia, de la colonia Montes de Oca a una entrevista con el presidente Néstor Kirchner, Esses lleva a sus mogólicos por los caminos de la rutina pedagógica y de la existencia misma. Los prejuicios son parte de nuestra cultura. No tan distintos los desafía con sensibilidad, humor y talento. A continuación, unas preguntas al autor.
|