Libros

NAVIDAD EN UN BALNEARIO/ 
Diario de lecturas (diez)

bota/Por: Juan Terranova. Lunes. Siguiendo un spam llego al sitio www.mascotassinmiedo.com donde se vende un “pack de audio fobias”. La publicidad que recibe al lector dice: “Empieza desde Hoy a adaptar el oído de tu Mascota Adulto o Cachorro a los ruidos que más Miedo le causan o le causarán en un Futuro. Dile No Más a los Peligrosos Sedantes y a sus Altos costos en épocas decembrinas y de celebraciones”. (Respeto las mayúsculas del original.) Lo que venden es un cd con ruidos para que tu perro se vaya acostumbrando a la pirotecnia. El disco trae un "long play" con ocho tracks con música y sonidos de fuegos artificiales en ocho niveles graduados, más dos tracks con sonidos de secador en ambiente (sic), dos de peluquería canina y felina, y tres bonus tracks, el primero con sonido de calle, el segundo con sonido de gente, y el tercero con sonido de aspiradora casera. Creo que acá aplica lo de “peor el remedio que la enfermedad”. Me imagino que el disco suena entre un John Cage encerrado en la clase media y una versión doméstica y edulcorada -o quizás no- de Metal machine music, ese disco bizarro que Lou Reed hizo en 1975 para sacarse de encima un contrato con RCA. Durante demasiado tiempo, unos quince minutos, fantaseo con comprarlo.

HUMANOIDES Y CONQUISTAS/ 
Diario de lecturas (nueve)

imagen/Por: Juan Terranova. Domingo. Aburrido, leo una nota de fines de noviembre que me manda un amigo. Atentaron contra la esposa de un conocido director técnico de futbol. Dos personas le arrojaron un líquido inflamable desde una moto, cuando iba a cruzar la calle. El copete de la nota aclara que la policía investiga si existe algún vínculo con una empleada doméstica que le robó medio millón de dólares al director técnico y decía ser su amante. Un verdadero culebrón. La nota aclara que la mujer fue trasladada a un centro médico donde le constataron quemaduras en brazos y rostro y la dejaron internada en la sala de terapia intensiva.

CIELOS DE CORDOBA/
Sin estridencias

cielos de cordoba/Por: Juan Terranova. Tino recorre un hospital, un rio, la casa paterna, un museo de ufología. También pasa por el taller semi-abandonado del tío de Omar que era mecánico y se mató con el auto.  Tino es el protagonista, serio, silencioso pero activo, de Cielos de Córdoba la primera novela de Federico Falco publicada por Editorial Nudista. Con un lenguaje simple y directo, pero también hermoso en esa simplicidad, Cielos de Córdoba cuenta  una historia que no es difícil ubicar a fines de los años ochentas y en la línea del sutil y muy cultivado género, o subgénero, de la iniciación. Tino masturba a Omar. Luego, Tino se masturba en un rio de cara a una perra que amamanta a sus perritos. El deseo se despierta. Es confuso, no abruma, hay que sondearlo con cuidado. A veces sale mal. Y todo sucede en el límite frágil entre la infancia y la adolescencia. Pese a esto, Cielos de Córdoba no es una novela ingenua ni limpia. Tino es un niño-adulto, que cocina, que cuida a su padre, un ufólogo idealista, indiferente e incluso violento, y también a Alcira, una vieja ciega que vive en el hospital donde su madre espera la muerte.

RECORRIDO VITAL/
Dos novelas de Pánico El Pánico

Pánico el Pánico/Por: Juan Terranova. Los años felices de Sebastián Robles y Cómo no pensar en mí de Matias Pailos, recientemente editados por el sello Pánico El Pánico, retoman la vieja pregunta por la identidad. Esta pregunta, la pregunta por la identidad, el sondeo del yo, la pregunta por el grupo de pertenencia, por la patria, la división finalmente entre lo propio y lo ajeno, es anterior a la modernidad. A veces incluso se puede pensar como anterior a la literatura. Sin embargo, atañe y atraviesa de forma vital a la literatura y a la lengua. Podríamos decir, sobre todo, a sus detalles y sus malentendidos. La Argentina del siglo XIX está marcada, quizás en retrospectiva, por Sarmiento. Civilización y barbarie. Civilización o barbarie. El siglo XX, por su parte, está marcado por el peronismo, que resuelve, gira, tergiversa, cambia de lugar ese enunciado. Hacia los años 30, apurado por una inmigración que se consolidaba surge un ensayismo de búsqueda de lo nacional, que podía ser de derecha, o pretendidamente de derecha, o de izquierda, o pretendidamente de izquierda. El primer Borges, con títulos como El idioma de los argentinos, el Martínez Estrada de Radiografía de la Pampa, son dos ejemplos paradigmáticos. En ambos aparece la idea de identidad ligada a la nación, al paisaje, y de base la pregunta ¿quiénes somos, o quiénes son, y cómo somos, o cómo son, los argentinos? La pregunta, central y constante, se va atomizando, pierde visibilidad, a lo largo del siglo XX.

CESÁREA CULTURAL/
Sobre las presentaciones de libros

vino y ascensor/Por: Juan Terranova. La familia se podría llamar “Intentos de Socializar La Lectura”. La madre, gorda, porosa, cansada, sería la “Lectura de Poesía”. En bares, madre pobre. En centros culturales, madre hippie. En ferias del libro y otras instituciones respaldadas por el Estado, madre pretenciosa. El padre, “La Conferencia”, también llamado “La Charla”. De índole académica, administrador de prestigio. Si hay más de dos integrantes, “Mesa Redonda”. ¿Pueden ser consideradas estas intervenciones parientes lejanos de las artes escénicas? Creo que sí. El orgulloso “Teatro Nacional”, como un abuelo que se junta con el “Discurso Político” a hablar de sus tiempos de militancia en el Partido Comunista. El “Arte del Recitado”, una tía loca que vive en camisón rodeada de gatos. Dentro de esta trama de filiaciones, la “Presentación de Libros” ocupa un lugar menor, casi de hijo bobo, de hermano tímido. Su objetivo es múltiple. Presentar a un autor, interesar a compradores y lectores, introducir un libro en el mercado, emborracharse. ¿Cómo son las presentaciones? No son espectáculos que resulten llamativos. Alguien lee un fragmento del libro presentado, quizás el autor. Alguien recomienda el libro, por lo general un amigo del autor. Y a veces hay una jarra de agua y vasos de vidrio sobre una mesa. Se han hecho experimentos de todo tipo para “mejorar” esta situación, pero por más actores disfrazados, cascadas de moco o cuerpos extraños que se le agreguen, la situación de base es esa.

UN ALIEN EN EL FREEZER/ 
Diario de lecturas (ocho)

imagen/Por: Juan Terranova. Lunes. Ayer fui a ver a Pearl Jam al Estadio Único de La Plata. Me invitó Juan Manuel Strassburger. Las guitarras no sonaron como me hubiera gustado. Pero Vedder sigue cantando como hace veinte años y las tres horas que duró la música funcionaron como una máquina perfecta. Antes, en la zona de prensa, saludé a José Bellas que me dijo: “Pero vos sos más de Nirvana, ¿no?” Me entrevistó cuando salió mi primera novela hace nueve años. Me impresionó que se acordara de eso. Ahora busco las letras de las canciones que encuentro en la web, encuentro la lista de temas que van tocando en la gira y llegó vía Facebook a un video grabado el domingo donde Vedder canta Just Breathe acompañado apenas por su guitarra adelante del Estadio lleno.

1991 Y LA TARARIRA MUTANTE/
Diario de lecturas (siete)

remera/Por: Juan Terranova. Lunes. Leo en el blog de Eterna Cadencia este párrafo de Patricio Zunini: “(…) yo llegué tarde a Nirvana. Llegué unos seis o siete años después de que se matara Kurt Cobain. Y es extraño llegar tarde, no estar a la vanguardia. (…) lo que quiero decir es que uno llega tarde y la mirada que puede tener uno sobre eso es otra. Por ahí es menos cuestionadora con la obra y más dura con uno mismo”. Es por declaraciones como esta que ya no puedo leer el blog-revista al que siempre le dedicaba, muchas veces con entusiasmo, una mirada diaria. Y no tengo ningún problema personal con Zunini al que considero un amigo, un lector atento y un periodista eficiente. ¿Entonces? Pasaron veinte años de Nevermind. En el 92 los fui a ver a Vélez. Era fan. Lo sigo siendo. 

 EL RECHAZO DE LAS TECNOLOGÍAS DIGITALES/
Los nuevos conservadores

reader/Por: Juan Terranova. 1. En una entrevista con el suplemento Cultura del diario Perfil aparecida en agosto del 2006, Alan Pauls dice que no lee blogs. Después agrega: “Me despierta interés, pero no deseo. Me despierta un interés de civilización. Quizás para que me despierten deseo alguien tendría que poner ese corpus en un libro”. En una amarga contratapa de Página/12 titulada “Pantallas” y publicada el 24 de abril del 2008, Rodrigo Fresán compara los blogs con cloacas y cita una frase de Philip Roth: “La clave no es trasladar libros a pantallas electrónicas. No es eso. No. El problema es que el hábito de la lectura se ha esfumado”. Más adelante agrega: “a mí todo eso del Kindle –el libro apantallado al que no se le puede voltear las páginas– no me emociona en absoluto”. En una breve entrevista de diciembre del 2010, publicada en La Nación con el título “la épica del olvido”, Martín Kohan cuenta que escribe “a mano en cuadernos Rivadavia” y que para su nueva novela eligió “cuadernos forrados en rojo”. Pablo Ramos también, más de una vez, dijo que escribía a mano dándole una sentida importancia a este gesto. El 12 de febrero del 2011, Fabián Casas daba una entrevista al diario La Razón cuyo titular era un textual del poeta que decía así: “El Facebook es uno de los peores inventos que existen”. En una columna aparecida en la revista Ñ el sábado 27 de febrero del mismo año, hablaba de un amigo que es editor: “Lo que decía mi amigo era que la llegada del libro digital es inevitable y su poder va a ser devastador. Donde él ve promesas de futuro yo veo y siento sólo distopía.” Más delante agrega: “Si el libro digital triunfa por sobre los libros materiales –algo improbable, es cierto– toda una forma de escribir va a sucumbir con ello. Todo un mundo. No sé si es necesario decirlo o no pero yo siento que el confort que prometen estas nuevas tecnologías, te debilita.”

ENTREVISTA A @nmavrakis /
“Hay un valor en la negatividad, pero confundirla con negación es un error muy penoso”

NMAVRAKIS/Por: Juan Terranova. Nicolás Mavrakis, conocido como @nmavrakis en twitter, es especialista en las nuevas tecnologías, que él ya llamaría con una mueca irónica “no tan nuevas”. Acaba de publicar #Findelperiodismo y otras autopsias digitales, una recopilación de ensayos que se puede descargar de forma gratuita, y aquí responde algunas preguntas sobre su libro.

EL CRÍTICO COMO RENEGADO
Diario de lecturas (seis)

foto/Por: Juan Terranova. Sábado. De La Compañía me mandan Ursule Mirouët, una novela de Balzac que no sabía ni que existía. Como siempre las ediciones de La Compañía están muy bien. El libro ya vale por el prólogo de Cesar Aira y las directivas de lectura que le imprime a la escritura de Balzac. Aira describe la inclinación literaria del novelista por el dinero, cómo lo seduce su negatividad: "La amenaza, que Balzac siente con fuerza, es que el apetito de dinero termine girando sobre sí mismo, desertificando el mundo" escribe. Recordando ciertos manejos de los protestantes de Wall Street sobre las cuestiones inmobilirias y los bancos, releo este breve ensayo que funciona como prólogo y pienso en Aira. Flavio Lopresti -uno e los criticos que mejor lo entiende- describió su "operación" como un "amenaza a la crítica". Pienso en un vecino que le puso "Ni lo intentes" de nombre a su conexión inalambrica. Si te fijabas a qué redes disponibles te podías conectar la de él se llamaba "ni lo intentes". Aira le pone a sus libros esa leyenda, se la puede leer entre líneas, como una marca al agua. "Ni lo intentes". Pero, ¿intentar qué? "Ni lo intentes" debe ser entendido como "no intentes leerme". Esta amenza está en sintonía con el ya legendario narcisismo de Aira, sus fobias y su apenas un poco menos comentada vocación por el chisme. La respuesta que se me ocurre podría dársele a esta actitud es "no hace falta tanto, César". La conversación, entonces, sería así: