NUEVO LIBRO DE ANÁLISIS POLÍTICO
Antiperonismo: ¿Dónde estás?

Juan Domingo PerónPor: Juan Terranova. Viene de publicarse Manual del antiperonismo ilustrado un libro bastante predecible que va de la nostalgia a la denuncia pero no deja de presentar interés y sorpresa. Sobre todo porque es, ni más ni menos, una celebración y defensa de los logros peronistas.

Ediciones Ciccus acaba de distribuir un libro curioso por muchos motivos. Su título es Manual del antiperonismo ilustrado y su autor, el historiador y periodista Claudio Díaz. Lo de “ilustrado” es un juego de palabras: “(…) si la ilustración de los falsos ilustrados da nombre a este libro, también la ilustración es –según el diccionario– la estampa o dibujo que enriquece un libro” escribe Enrique Manson en el prólogo. Y es verdad, muchísimas ilustraciones a color –algunas imperdibles– reproducen afiches y fotos del peronismo original. Lo de “antiperonismo” es más complicado, básicamente porque es un libro a favor del peronismo y disecciona los argumentos, muchas veces absurdos, otras veces atendibles, de los antiperonistas.

El anti-antiperonismo

Manual del antiperonismo ilustrado, entonces. Pero lo que hay adentro difiere mucho de un recorrido por la leyenda negra del justicialismo. En un pulcro, informado y muy pedagógico –a veces demasiado– recorrido por las discusiones clásicas que despertó, y todavía despierta, el peronismo histórico, Díaz celebra a Kirchner en el poder pero no puede evitar caer en cierta nostalgia que se vuelve un poco rancia. De allí que el título debe ser interpretado como una ironía, un enigma o una cargada. En todo caso, su relación con el contenido es rara: ¿trata de agarrar este manual a los antiperonistas por la cola? La risa es que si un crítico de las doctrinas de Perón usara estos argumentos perdería todas las discusiones.

De estilo anacrónico, tomando gestos y hasta palabras del viejo Jauretche – el cuarto capítulo se titula “Zonceras y verdades”– este Manual del antiperonismo ilustrado roza demasiado seguido el panfleto y el dato previsible, pero su lectura es amena. Da placer ver con qué impunidad Díaz reparte coscorrones a intelectuales y artistas a veces con razón, a veces de forma un tanto gratuita. Las frases centrales del libro, en todo caso, poseen el peso crítico de la verdad: “Uno de los ejes permanentes de nuestra historia política –escribe Díaz– es la contradicción entre despotismo ilustrado y soberanía popular”.

¿Combatiendo al capital?

“Cuando nos llevamos a la boca un alimento o una medicina intentamos averiguar qué contiene, de modo de asegurarnos que no le hará mal a nuestro organismo. Es recomendable, entonces, proceder de la misma manera cada vez que estemos a punto de tomar una idea.” Este párrafo, que entre otros encabeza el primer capítulo del libro, no es del todo feliz. ¿Quién realmente verifica los componentes de los remedios? ¿Quién no se comió alguna vez un pancho en la calle cuya preparación era, por lo menos, dudosa? La mayoría de la gente le hace caso a la autoridad competente, al farmacéutico, al médico o al parrillero de turno. Y con las ideas pasa lo mismo. Díaz podría decir entonces: “Bueno, por eso nos comemos tantos sapos políticos”. Y tendría razón. Pero el párrafo continúa siendo falso. Al mismo tiempo este primer capítulo se titula “Cuando la historia la escriben los que ganan”, pero ¿no está en el poder el peronismo? Tal vez Claudio Díaz debería haber nombrado el capítulo: “Cuando la historia la escriben los que tienen el capital”. Pero ese nivel de análisis se le escapa al autor.

¿Merecemos libros más críticos sobre el movimiento político y social más importante del siglo XX argentino? Quizás sí, quizás no. Queda por escribirse, en todo caso, el Verdadero Manual del Antiperonista, ese que cuente la historia negra y que venga a completar a éste, y cuya realización y lectura será, quien lo duda, tendenciosa, sí, pero no por eso menos apasionante.

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