Por Juan Terranova. Lunes. Daniel Molina en Twitter: “Sin haberlo leído (pero conociendo cómo piensa Santiago) lo recomiendo” y recomienda un libro. Creo que Daniel Molina no tiene culpa ninguna. Es signo de época. Mavrakis ofrece una variación: "no la leí pero me parece horrible" (hablando de las notas de Paco o de cualquier nota en general también, o incluso de un libro.) En una frase, la contradicción total del enunciado básico cartesiano, o mejor incluso de la sucesión lógica. ¿O no? ¿Apenas frivolidad? ¿Vértigo de las analogías? ¿La barbarie que no es vital sino ridícula? Quizás sería una aspiración final de la crítica, poder arbitrar sin leer. Aunque claro, Daniel Molina no es un crítico. Pero sí quizás, por sus muchas características, un hombre del futuro. Escucho, con bastante atención, "Der main", la primera sonata para piano de Hindemith.
Martes. Revisó mi reputación en mi cuenta de Mercado libre. Leo mis “calificaciones como comprador” y los comentarios que hacen los que me vendieron algo. La mayoría de mis compras son libros o aparatos de tecnología. Tengo 78 positivos, 8 neutros, y un solo negativo. Soy un buen usuario. Pienso con ironía en Hegel.
Martes, más tarde. Titular: “Conmoción por pedazo de “carne zombie” que se mueve sola.” Copete: “Un video filmado en China en donde se ve un churrasco latiendo antes de ser puesto en la plancha está dando la vuelta al mundo, por las chocantes imágenes que han hecho que más de uno se convierta al vegetarianismo.” De China uno puede esperarlo todo, supongo. Otra “noticia.” En España, se publican más de 246 millones de libros, ejemplares, no títulos, pero los editores sólo logran vender 153 millones según datos de 2013 de la Federación de Gremios de Editores de España. Cito de la nota: “Ningún editor confirma con certeza dónde está esa diferencia entre publicados y vendidos -esos otros 93 millones de libros-. Fuentes del sector pronuncian las coletillas “fase de lanzamiento” o “se adelantan en imprenta para Navidad o Sant Jordi”. Apenas susurran “almacenados como invendidos”.
Medianoche. El final de una milonga de Borges: “Duerme tu sueño tranquilo/ entre las tranquilas cosas,/ no te impacientes, puñal./ Ya vuelve el tiempo de Rosas.”
Miércoles. Un titular: “6 Perverted Sexual Fantasies People Passed Off As 'Art'” ¿Sólo seis? Un tuit de Guerberoff: “leer es dejar que la cisterna siga perdiendo agua ante la incapacidad de repararla.”
Miércoles, más tarde. ¿Exageraba el León Bloy de los diarios? Y sin embargo, parece que anticipa la Primera Guerra y la Segunda también. “En el odio se oculta la más abismal dependencia de aquello de lo cual el odio quisiera, en el fondo, independizarse.” ¿Qué significa pensar?, Terramar, 2005, p. 102. Heiddegger. Justo Heiddegger.
Jueves. Titular: “Le pegó, la mandó al hospital y la volvió a golpear en terapia.” Copete: “Apuñaló a su pareja, y después de enterarse de que ella lo había denunciado volvió a atacarla. Empleados del hospital Iriarte aseguran que la policía lo dejó escapar del establecimiento pese a la insistencia del personal del lugar para que lo atrape.” No agrego nada más. Pero reviso con atención la foto de un sobre en la que H.P. Lovecraft tomó apuntes manuscritos. Luis Andrade la compartió en Facebook. Hay algunos dibujos, una caligrafía afiebrada. Tomar notas en un sobre, en la parte externa de un sobre, una carta que nunca se manda, tachada y rotulada con los monstruos de Providence.
Jueves, más tarde. No sé qué estoy leyendo. Mariano me pasa una foto de un bote australiano cargado de soldados donde explotó una granada. Supongo que es de la Segunda Guerra. La expresión de los explotados es fantasmal, aturdida, congelada, pero con movimiento.
Viernes. Bloy cuenta que le mandaron unas preguntas del Spectateur catholique de Amberes sobre la actualidad del catolicismo, por decirlo de alguna manera. Una de las preguntas: ¿los intereses de la civilización cristiana pueden ser sacrificados en el afán de mantener la paz a cualquier precio? Y Bloy responde: “La cuestión, planteada así, resulta completamente inteligible. Poco importa, sin embargo. Yo estoy ante todo por la barbarie cristiana.” Qué palabra esa, para nosotros, los americanos del sur, como decía Borges, y qué bien puesta ahí. (Aunque también suena para los italianos, del norte y del sur.) Bloy se mantiene interesante a puro pataleo que es mucho más de lo que ofrecen los escritores de la media en todas las regiones del mundo.
Sábado. Encuentro una foto del Estadio Olímpico de Roma con cincuenta mil muñecos de plástico que usaron para filmar The games en 1969. Los que se ven en primer plano tiene saco y corbata y hasta sombrero. Así que incluso los muñecos se vestían mejor en esa época. Con un poco de pudor, uno puede identificarse con el espectador de todo y de todos. Pero ya ser un muñeco es demasiado. Aunque bien sabemos que no cabe el dummy más seguido de lo que admitimos. (Almacenados como invendidos.)