EL NUEVO HOMBRE DE LOS TIEMPOS MEDIÁTICOS |
Se vienen los bárbaros |
Por: Adriana Amado Suárez. Que ya no se lee tanto como antes. Que la única música digna de escuchar es la clásica, no ésa de las fiestas raves. Que jugadores eran los de la Máquina de River, no estos que juegan para salir en Fútbol de Primera. Que los chicos ahora se la pasan todo el día colgados de la computadora en lugar de estar estudiando. Alessandro Baricco se cansó de escuchar cosas por el estilo entre sus cultas amistades y se le ocurrió pensar lo contrario. ¿Y si los inadaptados fueran los que se suponen eruditos? ¿Y si resultara que los mutantes que prefieren Google a la Enciclopedia Británica y que se mueven como peces por el océano de internet son los integrados? Por eso Baricco llama a su libro Los bárbaros. Ensayo sobre la mutación porque le parece que esos que los intelectuales ven como monstruos, son precisamente los que están desarrollando las branquias necesarias para respirar en estos tiempos líquidos. |
“La barbarie es una vanguardia convertida en sentido común”, dice Baricco y recuerda que cuando Beethoven estrenó la Novena Sinfonía la crítica contemporánea la destrozó porque era una música pasatista y frívola. Ahora claro es la referencia mínima para tener carné de entendido, al punto que cuando la Philips decidió el tamaño del CD ROM lo hizo de los centímetros necesarios para que contuviera esa obra, ¡la que no debía faltar en ninguna discoteca! Lo que ahora es canónico fue un producto menor para su época. Entonces, si Balzac fue el Coelho del siglo XIX, ¿será que Lola Copacabana se convertirá en la George Sand del que viene?
En otro libro sobre el nuevo hombre de los tiempos mediáticos se cuenta que el récord de público de las exposiciones de libros no significa que haya más gente con la intención de leer, o de comprar libros, sino de conocer a su ídolo de la televisión. Como en la última Feria del Libro de Buenos Aires, donde la fila más larga para firmar ejemplares era la de la ex anoréxica Cielo Latini, que contrastaba con la de un prolífico cronista, que tenía más títulos en su mesa que fans pidiendo autógrafos. La prensa también prefiere la celebridad al talento o la trayectoria, lo que explica que Latini haya merecido recientemente dos dobles páginas en El País Semanal, cosa que ansiaría más de un escritor local de mayores méritos literarios. Porque los libros, explica Baricco, dejaron de tener el valor en sí mismos. Los mutantes de estas épocas prefieren los que tienen instrucciones de uso fuera (una película, un famoso, una colección que viene con el diario). Esta es la época de Google, que obvia el ranking canónico prefiriendo, simplemente, lo más linkeado. La lógica del voto popular por sobre la sabiduría académica. Esta es la verdadera mutación, porque la verdadera revolución tecnológica ocurre, para Baricco, “cuando una casta pierde sus privilegios”. ¿Será por eso entiende por qué hay tanto intelectual reunido, quejándose de que se viene el fin de la cultura?
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