Política
Por Luis Majul. Los resultados de las encuestas son tan volátiles que asustan. Una semana la Presidenta pierde más de 10 puntos de intención de voto, y unos cuántos días después los recupera, y amenaza con transformarse en la principal aspiradora de voluntades del Frente para la Victoria. Un día, el jefe de la Cámpora, Máximo Kirchner parece estar en el fondo del mar, pero a las pocas horas se convierte en el candidato más temido por la oposición el grupo Clarín, los grupos y medios hegemónicos y concentrados y la derecha. La jugada protagonizada por el hijo de la Presidenta fue de manual. Da la sensación de que la hubieran tomado de House of Cards o Scandal. Sus consejeros se pararon en la denuncia de la supuesta existencia de una cuenta en el exterior como una operación política para desacreditarlo y la transformaron en su plataforma de lanzamiento político. Hicieron como en el judo: aprovecharon la fuerza del adversario y la usaron para atacar. Entonces lo sacaron del cono de silencio donde se mueve y lo pusieron casi en cadena nacional, de la mano del José Gómez Fuentes del cristinismo, el converso Víctor Hugo Morales.
Por Luis Majul (Columna publicada en Diario La Nación) ¿Cómo hacer para que Cristina Fernández "siga gobernando" sin el poder que otorga el cargo de presidenta? ¿Cómo lograr que el cristinismo no desaparezca después del 10 de diciembre próximo? ¿Cómo evitar que la Presidenta "de todas y todos" termine como Carlos Menem, perseguida por la Justicia, sin poder salir a la calle, despreciada por la mayoría de la sociedad y abandonada por quienes decían dar la vida por ella? Esta triple y titánica misión es la que se encomendó el pequeño círculo que rodea a la jefa del Estado y que en la tribuna le promete fidelidad absoluta hasta más allá de la muerte.
Por Luis Majul. Del resultado de las elecciones nacionales de este año dependerá la nueva configuración política, social y económica de la Argentina. Esto no es ninguna novedad. Pero sí resulta apasionante analizar los distintos escenarios. Está claro, primero, que el próximo presidente no podrá gobernar solo, sin acuerdos y sin negociar con legisladores y dirigentes que no pertenezcan a otros partidos políticos. La era del poder político hegemónico y casi absoluto se terminará cuando la Presidenta entregue los atributos a su sucesor, en diciembre de este año. Ni Mauricio Macri ni Daniel Scioli ni Sergio Massa, podrán gobernar a golpe de decretos, con uso y abuso de superpoderes o del instrumento de la emergencia nacional. Lo que sí se sabe es que tanto Macri como Massa vienen preparando, hace tiempo, un paquete de proyectos de ley para ser aprobados durante los primeros tres meses o cien días.
Por Luis Majul (Columna publicada en Diario La Nación) Desde que volvió de Francia, donde puso a punto la prótesis que reemplaza parte de su brazo derecho, repasa todos los días las encuestas que lo muestran primero o segundo en el ranking de los candidatos presidenciales. Entusiasma a sus colaboradores con un escenario de triunfo en primera vuelta. Como si fuera tan fácil. Scioli cree que lo peor ya pasó y que, de ahora en adelante, va a tener tiempo y posibilidades de superar el 40% de los votos en las elecciones de octubre.
Por Luis Majul. Supongamos, por un momento, que las falsas acusaciones y descalificaciones personales contra Alberto Nisman son verdaderas. Demos por sentado, como vomitó Aníbal Fernández, que el fiscal haya sido un "turro", un "atorrante"; que haya utilizado dinero para pagar a chicas de alquiler; que haya radicado una cuenta con dinero negro en el extranjero y que se haya quedado con la mitad de los honorarios que debía percibir su asistente informático, Diego Lagomarsino.
Por Luis Majul (Columna publicada en Diario La Nación) Aníbal Domingo Fernández es un gran cuadro político. El funcionario todoterreno, de experiencia inigualable, que cualquier líder de gobierno en funciones querría tener dentro de su equipo. El gladiador de saco y corbata que conoce cada metro cuadrado de la Casa de Gobierno y cada recoveco de cualquier oficina del Congreso. El hombre del conurbano que sabe de memoria cómo se mueve la Policía Federal, porque la manejó, y quién es quién en la interna del verdadero poder. Aníbal Fernández es único en su especie: porque además de todo lo anterior y de manejar una de las lapiceras más grandes después de la de la Presidenta, ladra, muerde, descalifica e insulta. Y también es único porque es capaz de hacer cualquier cosa por el proyecto y en nombre de la lealtad. Y cualquier cosa no es una metáfora o una manera de decir. Es, de verdad, cualquier cosa. Como el jefe de gabinete de Francis Underwood, el presidente norteamericano en la ficción de la serie House of Cards.
Por Luis Majul. La decisión del radicalismo de integrar un posible gobierno de coalición con Mauricio Macri y Elisa Carrió es una pésima noticia para el peronismo, en general, y para la Presidenta, en particular. Si el senador Ernesto Sanz tuviese razón y la movida colocara al jefe de gobierno de la Ciudad por encima del 35% de los votos y le diese la posibilidad de competir en segunda vuelta, Macri tendría altas chances de suceder a Cristina Fernández, y la Unión Cívica Radical, de recuperar varias provincias y manejar varios ministerios de la próxima administración nacional. Además, se configuraría, en los papeles, el tipo de gobierno con que el Papa Francisco sueña desde hace tiempo: muy ejecutivo pero a la vez muy controlado para evitar negocios ilegales. Sanz le llama a esto "republicanismo democrático" y define a lo que representarían la jefa de Estado, el gobernador Daniel Scioli e incluso el líder del Frente Renovador, Sergio Massa como "populismo autoritario".
Por Luis Majul (Columna publicada en Diario La Nación) Mauricio Macri crece "todos los días un poquito". Lo explicó este fin de semana, en medio de la Fiesta de la Vendimia, en Mendoza, un intendente peronista de un populoso partido de la provincia de Buenos Aires que estuvo coqueteando con Sergio Massa y con Daniel Scioli, pero que todavía no decidió si será precandidato a gobernador. Recibe un "tracking" cada 24 o 48 horas sobre la evolución del voto de los candidatos presidenciales. "Mauricio no sube a lo bestia. No explota. Pero siempre va hacia arriba, nunca para atrás", graficó.
Por Luis Majul. Para este gobierno en general y la Presidenta en particular, la muerte de Alberto Nisman es como una maldición. Por más que quieran extirpar el asunto de la agenda pública, sus pormenores y las consecuencias vuelven a instalarse en el centro de la escena una y otra vez. Así como no hay manera de regresar al fiscal a la vida, tampoco hay forma de borrar lo que hicieron la Presidenta y sus voceros con Nisman antes de que apareciera muerto y después de su desaparición física. Cristina Fernández ordenó atacarlo sin piedad.
Por Luis Majul (Columna publicada en Diario La Nación) La Presidenta sigue gobernando como si acabara de ganar las elecciones con más del 54% de los votos, pero la realidad la golpea casi todos los días y el futuro se le presenta cada vez más oscuro.