Política
Por Luis Majul (Columna publicada en Diario La Nación) Mauricio Macri y sus aliados hicieron estallar una bomba en el viejo sistema político argentino. Y la bomba explotó nada menos que en la sede del imperio del sistema: la provincia de Buenos Aires. En un solo domingo, la candidatura de María Eugenia Vidal, en combinación con el enorme rechazo a la figura de Aníbal Fernández, logró lo que Néstor Kirchner intentó y no pudo, con todos los millones del Estado a su disposición: mandar a su casa de millonarios a decenas de barones del conurbano.
Por Luis Majul (Columna publicada en Diario La Nación) Sería mejor que hubiera segunda vuelta. Aun con el hartazgo que pueda significar votar por enésima vez en lo que va del año. Sería mejor ir al ballottage, por más que haya que soportar el bombardeo publicitario de los dos candidatos a presidente finalistas hasta horas antes del domingo 22 de noviembre. Sería mejor para el país que las elecciones no se definieran el próximo domingo. Y esto de ninguna manera implica un voto cantado. Y menos un voto contra Daniel Scioli. Tampoco un voto útil a favor de Mauricio Macri, como planteó Juan José Campanella. Sería mejor ir al ballottage porque revelaría cierto equilibrio de fuerzas entre el oficialismo y la oposición, que es, en verdad, lo que quedó demostrado en las PASO. Competir de nuevo limitaría la soberbia ganadora que caracteriza al Partido Justicialista en general y al Frente para la Victoria en particular.
Por Luis Majul. Falta menos de una semana para las elecciones que van a definir el futuro de la Argentina de la próxima década. Todavía no se sabe si habrá o no segunda vuelta pero ya nadie duda que el kirchnerismo más rancio, el más radical, el más agresivo y el más intolerante, se está por despedir.
Por Luis Majul (Columna publicada en Diario La Nación) Cuando faltan sólo 10 días para las elecciones nacionales que van a definir la Argentina de la próxima década, todo parece congelado en la foto de las PASO, y con resultado incierto. El candidato del oficialismo, Daniel Scioli, parece tener dificultades para perforar el techo del 40% de los votos que lo llevaría a ganar en primera vuelta. Cambiemos, con Mauricio Macri a la cabeza, se encontraría alrededor de los 30 puntos (depende de la encuestadora que los mida). El Frente Renovador, de Sergio Massa, arriba de los 20 puntos, un puñado de votos más que los que obtuvieron, divididos, con José Manuel de la Sota.
Por Luis Majul. Mauricio Macri está a la caza del voto útil y la última semana de campaña pondrá el acento en esa idea. Le dirá, de la manera más directa posible, al 60% de los argentinos decididos a no votar a Daniel Scioli, que la mejor manera de evitar que gane "la continuidad" de este gobierno es optar por él. Que hacerlo por Sergio Massa, Margarita Stolbizer, Aldolfo Rodríguez Saá, Nicolás del Caño o incluso en blanco, es votar indirectamente por Scioli, ya que le permitirá al gobernador de la provincia de Buenos Aires triunfar en primera vuelta.
Por Luis Majul (Columna publicada en Diario La Nación) El primer debate presidencial de la historia argentina fue aburrido y desapasionado, pero dejó lecciones inolvidables y consecuencias políticas que aún perduran.
Por Luis Majul. Si Mauricio Macri no empieza a hablar fuerte, claro, con el lenguaje de la calle o con las palabras que usa en privado corre el riesgo de terminar de diluirse y quedar a mitad de camino de su sueño presidencial. Sergio Massa, para lograr que los medios le presten atención, dijo, por ejemplo, antes del debate: "El que no tiene huevos para debatir, no puede gobernar el país".
Por Luis Majul (Columna publicada en Diario La Nación) Hay una gran diferencia entre Daniel Scioli y Mauricio Macri. Al candidato del FPV, quien dedicó los últimos 20 años de su vida a llegar a la presidencia, no se le pasa por la cabeza la alternativa de perder y haría casi cualquier cosa por no dejar escapar esta gran oportunidad. Además, si fuera derrotado, ¿cuál sería su futuro político? El peronismo puede perdonar cualquier cosa, menos la derrota. En cambio, Macri no siente que se juega la existencia en las próximas elecciones. Trabaja para ganar, cree que va a ganar y quiere ganar. Sin embargo, si le dan a elegir, los fines de semana preferiría estar con su esposa, Juliana Awada, y su hija más pequeña, Antonia, en vez de bajar y subir de la camioneta de campaña. En su fuero íntimo, considera que, si no prevaleciera, podría elegir entre transformarse en líder de la oposición o disfrutar un poco de la vida, más allá de la política.
Por Luis Majul. Es verdad, como sostienen los asesores de Daniel Scioli, que el debate público entre los candidatos a presidente no es la quintaescencia del sistema democrático. Sin embargo, el argumento parece demasiado pobre como para justificar la negativa a debatir. Los verdaderos motivos nunca son los que se presentan en público. Siempre son otros. Uno, el más evidente, es que Scioli tiene miedo de perder la ventaja que mantiene sobre Mauricio Macri. El segundo, es que corre el riesgo de ser "derrotado" en la competencia dialéctica, porque como representante del gobierno todos lo van a "atacar" a él. Pero también hay otros motivos más profundos y graves. En especial uno, que parece determinante: si Scioli va al debate, nunca podrá decir lo que piensa de verdad. Para que se entienda mejor: estará contenido; atado de pies y manos y obligado a mentir.
Por Luis Majul (Columna publicada en Diario La Nación) Mucha operación de prensa. Demasiada campaña negativa. Pocas propuestas. Nada de dato objetivo. Mucha sensación de que Daniel Scioli "ya ganó" en primera vuelta. Poca argumentación valedera para sustentarlo. Subas y bajas significativas en la imagen de Scioli, Mauricio Macri y Sergio Massa. Muy poco de cambio real en la intención de voto. Una foto congelada y en blanco y negro desde el resultado de las últimas PASO hasta ahora. Es decir, el candidato del Frente para la Victoria, entre los 39 y los 40 puntos; el postulante de Cambiemos, apenas por encima de los 30 puntos, y el del Frente Renovador, alrededor de los 20. Eso es lo que muestra ahora la estadística electoral más seria, cuando falta apenas un mes para la primera vuelta del 25 de octubre. Pero ¿acaso la denuncia contra Fernando Niembro no le pegó a Macri en el centro de la campaña y lo hizo bajar en las encuestas? Parece que no. Por lo menos, no como pretendía el oficialismo. Lo único que registraron las consultoras serias, después del Niembrogate, es una caída de 4 o 5 puntos en la imagen de gestión del gobierno de la ciudad y también en la imagen del jefe de gobierno, pero no un impacto negativo en la intención de voto.