Por: Luis Majul. Faltan treinta meses para que este Gobierno entregue el poder, pero en este contexto, parecen una eternidad. No hay clima destituyente, como agitan sectores ultrakirchneristas para victimizarse. Sólo hay voces trasnochadas, como las del presidente de la Sociedad Rural Argentina, Hugo Biolcatti, el periodista Mariano Grondona, y el siempre polémico Luis Barrionuevo. Parecen mezclar el análisis con expresiones de deseo. “No terminan”, sugieren en público pero lo repiten hasta el hartazgo en privado. Sin embargo, no tienen predicamento en casi ningún sector político, social y económico.
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