CONFLICTO ENTRE CAPACCIOLI Y OCAÑA |
¿Corrupción se escribe con K? |
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La ministra de Salud estaría a punto de renunciar, indignada por el intento de Héctor Capaccioli de querer hacerla aparecer como una protectora de Sebastián Forza, el empresario farmacéutico presuntamente asesinado por un grupo de narcos a los que les habría intentado vender efedrina diluida o de baja calidad.
Capaccioli es el titular de la Superintendencia de Salud y recaudador de la campaña presidencial de Cristina. Se dio el lujo de sugerir que Ocaña había nombrado a Forza como el negociador autorizado de los proveedores a los que les debía dinero el Hospital Francés. Hombre de Alberto Fernández, que también es padrino político de Ocaña, Capaccioli ahora es sostenido por Néstor. Como buen animal político, el ex presidente evalúa que el Gobierno de su esposa no soporta un escándalo más, y que ya tiene más que suficiente con el valijagate.
La posible renuncia de Ocaña no sólo le asestaría una herida profunda al Gobierno del matrimonio Kirchner. Además terminaría de derrumbar la imagen de incorruptible que Néstor pretendió forjar para acentuar el contraste con la orgía de coimas e impunidad inaugurada por el menemismo en los años noventa.
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