SOBRE LAS MEDIDAS ECONÓMICAS
El Plan B

Cristina junto al ministro de Economía Carlos FernándezPor: Luis Majul. Uno: El Gobierno reconoció que la crisis financiera mundial ya está afectando a la Argentina. Cristina podría afirmar que el efecto Jazz llegó al tango. Lo que no puede negar es que sí se necesitaba un Plan B. Da igual: para solucionar un problema primero hay que reconocer que existe.

Dos: El jefe de Gabinete pronosticó que en el medio de la crisis, la Argentina igual crecerá un 4 por ciento el año que viene. Es una media verdad: si de verdad crece el 4 por ciento, será por el arrastre estadístico y no por el aumento de la productividad.

Tres: Las curvas del IVA y la coparticipación vienen cayendo de manera estrepitosa. Se trata de los números más reveladores de la evolución de la economía real.

Cuatro: El conjunto de medidas tiene como objetivo principal mejorar las expectativas de los mercados primero, y de la población económicamente activa después. Sin embargo, suponer que el blanqueo de capitales, la moratoria impositiva y la regularización de los empleados en negro va a detener la desaceleración de la economía parece una ingenuidad.

Cinco: El paquete de obras públicas constituye un guiño para los gobernadores e intendentes a los que Néstor Kirchner pretende mantener bajo control. ¿Cuántos de esos 70 mil millones en nuevas obras son, en verdad, proyectos que todavía no se han terminado? ¿Cuántas de esas obras se realizarán de verdad?

El paquete de medidas, lleno de buenas intenciones, se lanza en un contexto de falta de credibilidad hacia el Gobierno. Desde que Néstor y Cristina decidieron enfrentar al campo y eliminar las AFJP la mayoría de los argentinos les cree poco y nada.

Si se leen con detenimiento los comentarios de los lectores en los portales se verá que muchos de ellos empiezan así: “Primero que devuelvan los fondos de Santa Cruz. Después que nos digan que deberíamos hacer con nuestros ahorros”.

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