KIRCHNER, SU PLAN PARA LLEGAR
2011 y el teorema de Carrió

Elisa CarrióNéstor KirchnerPor: Luis Majul. Un solo hombre, con una enorme voluntad y el poder disciplinador de la caja del Estado, se está llevando puesta a toda la oposición y también a la mayoría de la sociedad que ya no lo quiere. El hombre descuenta que en una semana logrará su triunfo más resonante: la derrota de Clarín, el enemigo que parecía invulnerable y que todavía está atontado por las andanadas de golpes que le acaban de propinar. La adrenalina corre por las venas del hombre y ya trabaja en múltiples direcciones: mandó a decir a dueños de otros medios que la pelea no es contra ellos, y que empiecen a trabajar en la búsqueda de testaferros para no perder sus canales, sus cables y sus radios. El hombre, dice,  ha buscado y ha encontrado la futura receta para mantener la mayoría en el Parlamento que se viene: leyes que seduzcan a los sectores de centroizquierda y acuerdos tácticos para evitar que la oposición imponga sus deseos, como revisar la nueva Ley de Medios que sería aprobada el próximo viernes 9 de octubre en el Senado sin la más mínima modificación.

El hombre, durante 2010, seguirá haciendo lo que mejor le sale: declamar por izquierda y gobernar por derecha. El ejemplo más ilustrativo es el paso de comedia del ministro de Economía, Amado Bodou, en Estambul. Todo el mundo sabe que Argentina está a punto de arreglar con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y que el país será auditado por sus autoridades, pero Boudou ha encontrado la forma de presentar al asunto como un acuerdo independiente, y de conveniencias mutuas. El hombre ya diagrama un 2010 con viento a favor, apoyado en una macroeconomía en recuperación y en alianza con Hugo Moyano, para evitar que los desbordes sociales se lo lleven puesto por izquierda. El hombre no descansará ni se tomará vacaciones hasta que no termine de lastimar a la larga lista de adversarios políticos que no lo soportan más. Solo por citar algunos, y en orden de la importancia que el hombre les da, hay que mencionar a Julio Cobos, Mauricio Macri. Francisco De Narváez, Carlos Reutemann, Daniel Scioli, Felipe Solá,  Sergio Massa, Elisa Carrió,  Eduardo Duhalde, Mario Das Neves y el gobernador de Salta, Juan Manuel Urtubey. Aunque parezca mentira, el hombre les tiene contadas las costillas a cada uno de ellos y acaba de redescubrir un aliado eficiente, obsesivo e implacable para hacer política y ejercer el poder: el jefe de Gabinete de ministros, Anibal Fernández. 

Esta semana, el hombre, volvió a repetir que su meta es regresar a la presidencia en 2011, y que también para eso tiene un plan invencible. El hombre empezó a encargar encuestas para desmentir a otras que sostienen que su imagen negativa hará imposible que se presente como candidato a nada. Por ahora descansa tranquilo porque en la retaguardia todavía maneja un Consejo de la Magistratura que impide a los jueces federales avanzar en las causas más calientes sin la sombra de un juicio político en el camino.

Dicen que el hombre leyó con una sonrisa despectiva el nuevo teorema de Elisa Carrió sobre su futuro. La diputada nacional electa cree que Kirchner irá por la reelección pero si no puede conseguirla, ni siquiera buscará nominar al sucesor de la Presidenta. Al contrario: empujará su dimisión para presentarse como una víctima, exiliarse en un país amigo como Venezuela y acusar a los que asuman el poder de haber truncado su proyecto nacional y popular. En efecto: en eso pensó el hombre no hace tanto, cuando el 17 de julio de 2008, horas después de que Cobos emitiera su voto no positivo, se despertó a las 9 de la mañana y le dijo a su esposa:

-Ahora tenés que renunciar. Le tiramos el gobierno por la cabeza y se hacen cargo ellos.

La Argentina es un país fascinante para las elucubraciones políticas, pero insoportable para vivir en paz.

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