Luis Majul.: ¿Por qué saliste con ese discurso tan fuerte, de tono tan reivindicativo y por momentos agresivo? ¿Es una estrategia de campaña o lo sentiste realmente, eso de decir: “Y se equivocaron aquellos…”?

 Daniel Filmus: Yo jamás dije que se equivocaron aquellos, yo dije: “Nosotros entramos en la segunda vuelta, muchos decían que no podíamos entrar. No nos vamos a agrandar por eso y vamos a ir humildemente casa por casa, manzana por manzana a buscar los votos que necesitamos en la segunda vuelta. Vamos a buscarlos entre aquellos que no nos votaron, que votaron otros candidatos y también entre aquellos que equivocadamente votaron a la fórmula de Mauricio Macri”. Eso fue lo que dije. No creemos por eso ya estar gobernando la ciudad pero creemos que efectivamente estamos en condiciones de hacerlo. Vamos a ser más pluralistas que nunca, vamos a ser más amplios que nunca. Lo que dije es que en esta discusión –porque también me parece importante- hay gente que creyendo que Macri era una cosa, votó por otra. Acordate que nos pasó -no con vos, pero nos pasó en muchos lugares- que decían que estábamos cuartos, que las encuestas nos daban el 4 por ciento.

 L.M.: Y decían que eras el candidato muleto.

 D.F.: Decían que me iba a bajar, que un docente no podía ser jefe de Gobierno. Dijeron cosas tremendas, y nosotros mostramos las encuestas que eran verdaderas. Desde hace meses mostrábamos que todos los días crecíamos un poquito. Insisto, yo he leído editoriales de diarios diciendo que no tenía que presentarme porque era una vergüenza, que iba a perder, que le iba a hacer mal al gobierno. En ese momento yo no hice una reivindicación agresiva, sino que dije: “Hasta aquí llegamos: somos la segunda fuerza en la ciudad. Para poder crecer, en un gesto de humildad, hay que ir a convencer. No tenemos otra cosa que no sea la palabra, la propuesta, nuestro programa: vayamos a discutir”. Dije manzana por manzana, casa por casa. Así terminé el debate de TN, diciendo: “Soy docente, sólo tenemos la palabra y el compromiso para discutir”.

 L.M.: El Presidente, sobre todo, instaló una discusión sobre el pasado, ideológica, que algunos consideran muy legítima. En este contexto, así como le pregunté a Mauricio Macri por Sevel, así como le pregunté por su posición en determinados proyectos de ley, así como le pregunté –tal como piensa el Presidente- que si es verdad que oculta el apellido y se pone el nombre porque es una estrategia de marketing, yo te tengo que preguntar a vos por tu pasado. Vos estuviste en la gestión de (Carlos)Grosso, te fuiste junto con la destitución de Grosso, estabas en el área de Educación…

 D.F.: No, yo asumo como director general de la gestión de Grosso, que era lo contrario de Carlos Menem. Grosso era la renovación. En aquél momento era la fórmula Cafiero-De la Sota, con la cual yo venía trabajando. Cuando pierde, hay dos oportunidades: una oferta de trabajo en el gobierno nacional y otra en la Ciudad. Yo fui a la ciudad. En aquél momento, no sé si te acordás del gabinete que había armado Grosso: (Alberto) Cormillot era el secretario de Salud, (Horacio) Salas era el de Cultura, era un gabinete…

 L.M.: Pero Daniel, Grosso se va destituido.

 D.F.: No me voy cuando se va Grosso, sino que renuncio antes por estar en desacuerdo.

 L.M.: ¿En desacuerdo por qué? No lo recuerdo, sinceramente.

 D.F.: Porque en un momento determinado se destituye al secretario de Educación y me ofrecen quedarme, y yo dije: “No, la verdad que la garantía para la política educativa que hicimos es esta”. A tal punto que el jefe de la oposición en aquel momento en la Legislatura, Aníbal Ibarra, es quien 10 años después, sin habernos visto en todo ese tiempo, se sienta frente a mi escritorio como director de FLACSO y me dice: “Daniel, yo recuerdo la gestión que hiciste en Educación, quiero que seas mi ministro”. Es justamente Ibarra, el jefe de la oposición, quien valoró lo que hicimos en ese momento.

 L.M.: Filmus, ¿cuál era tu posición sobre la escuela shopping? Ese escándalo…

 D.F.: ¿Sabés quién hace la denuncia de la escuela shopping?

 L.M.: ¿Quién?

 D.F.: Aníbal Ibarra.

 L.M.: Bueno, pero…

 D.F.: El demandante en el caso de la escuela es Aníbal Ibarra. ¿Por qué lo señala Ibarra? Porque es una ley de la Legislatura…

 L.M.: Pero Daniel, yo quiero saber dónde estabas vos cuando Aníbal Ibarra denunció la escuela shopping. ¿Estabas en el área de Educación?

 D.F.: Sí, pero no fue del área de Educación, fue una ley de la Legislatura. En última instancia, habría que preguntarle a la gente de Obras Públicas.

 L.M.: ¿Pero vos tuviste posición sobre el tema? ¿Dijiste “¡Qué barbaridad la escuela shopping!”?

 D.F.: No sólo leé los diarios de aquella época: preguntale a Ibarra de dónde sacó los elementos para hacer la denuncia. Es muy simple, como existen todavía las personas, hay que llamarlo a Aníbal Ibarra hoy y preguntarle. Porque necesitaba los elementos de la escuela, qué pasaba en la escuela, cómo era la escuela…

 L.M.: Vos lo ayudaste.

 D.F.: Es una ley firmada, aprobada por lo  que era el viejo Concejo Deliberante, que mejor no recordar. Todo lo que es verdad, por ejemplo, es decir que estuve en la gestión y que hay que cumplir un determinado papel. Yo no puedo decir que es campaña sucia, porque es un cargo que yo ocupé. Mi desempeño lo estarán evaluando los maestros que, como te consta, me recontra quieren. Y lo estarán evaluando los otros, en este caso el jefe de oposición, quien me invitó a tomar la gestión.

 L.M.: Vos asesoraste a Susana Decibe, la misma que fue la gran protagonista de la ley federal de educación.

 D.F.: Sí, cuando salí de la gestión de Grosso, con muchísimo prestigio y que fui como director de FLACSO, cambiaron el ministro de Educación: era Salonia y pasó a ser Rodríguez. (Jorge) Rodríguez me propuso ser viceministro de Educación. Es muy fácil, porque eso es diciembre del 92, se puede ir a los diarios y ver. Me negué dos veces porque no estaba de acuerdo con Menem y no tomé ningún cargo político en los años que estuvo él.

 L.M.: Decime, ¿vos llegaste a asesorar a Decibe?

 D.F.: Sí, pero no en el tema de la Ley de Educación: ya estaba hecha. No sé si se aprueba a fines del 92 o principios del 93, no tiene que ver con la etapa que me tocó a mí. Yo trabajé específicamente en el Plan Social Educativo, que se empezó a hacer en aquél momento.

 L.M.: Quiero hacerte una pregunta cortita, ¿vos creés que ganás o vas por el 40 por ciento? 

 D.F.: No, nosotros tenemos amplias posibilidades de ganar. Te doy otro ejemplo: yo dirigí mi campaña, yo tuve que ver con el "si lo conocés, lo elegís”. Todo el mundo se burló de eso. Decían que era una cosa chiquitita, y yo decía: "Es la realidad, no me conocen, necesito ser conocido”. Ahora, si ves los nuevos afiches en la calle, también definí el texto “nada es imposible”. Es difícil, pero creo que la ciudad de Buenos Aires es, en su mayoría,  progresista. La mayoría nos va a dar la razón a nosotros y vamos a gobernar nosotros. Para mí, llegar al 30 por ciento no significa nada, no es que estoy acumulando para otro momento. Lo importante es la ciudad de Buenos Aires.

 L.M.: Ministro, le voy a regalar algo agradable. Ramón Díaz, buen día, Luis Majul te saluda.

 Ramón Díaz.: Hola, buenos días.

 L.M.: Perdón Ramón, te estuvimos llamando igual que a Filmus, hace tiempo. Está el ministro de Educación, que es de San Lorenzo, seguramente va a tener que pedirte algo. Esperame un segundito. Ministro, perdón que hice esto sin consultarle, pero ahí lo tiene a Ramón, ¿qué le puede decir?

 D.F.: Que es la mejor sorpresa que me podías haber dado, lo admiro, lo quiero, es un ídolo total. Supo, con un equipo que quizá no estaba en las mejores condiciones, crear una mística fabulosa. Ramón, un abrazo muy grande y toda la suerte para el domingo, vamos a estar ahí. Esperamos emocionarnos con un campeonato.

 L.M.: Perdón, le voy a preguntar a Ramón si va a votar a Macri. Daniel, ¿lo querés convencer?

 D.F.: No.

 R.D.: Disculpame, yo no puedo votar acá en Buenos Aires. Mi residencia está en La Rioja.

 D.F.: Igual la ambición de Ramón es sacar a San Lorenzo campeón. Esto va a hacer que el candidato sanlorenzista esté muy contento y con mucha fuerza para el 24. Un abrazo grande, Ramón.