EL CASO MICHETTI
Cómo funciona la picadora de carne de los medios

Gabriela MichettiMauricio Macri y Gabriela MichettiPor: Luis Majul. Gabriela Michetti corre el riesgo de ser devorada por el mismo monstruo de dos cabezas que hoy la transformó en el nuevo fenónemo de la política argentina: los medios de comunicación.

Lo que está sucediendo a su alrededor es vertiginoso, y los periodistas no hacen más que amplificar el suceso. Esta es la lista de “milagros” que se le adjudican:

-La humanización de Macri.

-Haber ayudado a perforar el techo del 40 por ciento de los votos que el presidente de Boca no podía superar.

-Haber asumido su condición de discapacitada con dignidad y sin usarlo para dar lástima.

-Haber conseguido que gente como Enrique Pinti y Elisa Carrió hayan admitido que la votarían con las dos manos. 

Gabriela parece casi invulnerable. El kirchnerismo no sabe por dónde entrarle. El jefe de Gabinete, Alberto Fernández, intentó sin éxito cooptarla igual que a Graciela Ocaña. Jorge Telerman le ofreció a ella, antes que a Enrique Olivera, ser su compañera de fórmula. Dos editoriales de libros preparan una biografía sobre su vida. Políticos del gobierno que ven un poco mas allá la empezaron a medir como candidata a Presidenta. Mirtha Legrand y Susana Giménez, Jorge Guinzburg y Jorge Fontevecchia no dejaron de preguntarle por su accidente y también por su separación.

Pero todo esto se le podría volver en su contra con la misma velocidad que su imagen positiva se instaló en el imaginario de los porteños y en el resto del país.

En algunos sectores de PRO ya analizan cómo cortarle las alas.

Carrió duda entre preservarla o lanzar su próxima acusación: “Si no denuncia a Macri, será cómplice de sus negocios”.

Y sus apariciones constantes respondiendo sobre cómo vive una mujer en silla de ruedas, su familia y los detalles de su separación pueden empezar a ser tomados como un síntoma de frivolidad, en medio de una disputa electoral.

El domingo, en Tres Poderes, le preguntamos si era conciente del riesgo que corría. Y ella respondió que sí, que no iba a hablar más de su vida como si fuera una novela o una película.

Lo bien que hace.

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