TEORÍAS CONSPIRATIVAS
Horacio en el país de los K

Tapa Página 12 - 12 de diciembre de 2007Horacio VerbitskyPor: Luis Majul. No hay nada más efectivo para saber qué piensa o qué está por hacer de verdad el gobierno, que leer los domingos a Horacio Verbitsky en Página 12. Horacio, un hombre coherente y comprometido a quien conozco hace años y con quien me une un afecto especial, ha elegido, hace tiempo, ejercer un periodismo militante y no profesionalista. Lo hace sin culpa y sin disimulo. Y por eso, muchos colegas piensan que se trata de un ministro sin cartera.

No pocos editoriales de su autoría se han convertido luego en iniciativas oficiales o en proyectos de ley, aunque se debe aclarar, en honor a la verdad, que Horacio todavía no logró uno de sus sueños más queridos: que el gobierno le otorgue la personería jurídica a la CTA, y la ponga en igualdad de condiciones a la CGT de Hugo Moyano.

Hoy, Horacio escribió algo que mañana repetirán a los periodistas amigos, casi todos los cuadros del kirchnerismo más politizado. Verbitsky puso en la misma bolsa la afirmación de Franklin Durán que señala que los 800 mil dólares de Antonini eran para la campaña de Cristina, el suicidio o asesinato del represor Hector Febres, los crímenes que involucran a sindicalistas de Hugo Moyano y el inicio de las discusiones paritarias, como una gigantesca trama cuyo objetivo final sería erosionar el poder de la Presidenta y alejarla de Hugo Chávez para acercarla a los Estados Unidos.

Es sabido que una buena parte de los argentinos es muy afecta a comprar todo tipo de teorías conspirativas. Además este gobierno tiene probado que cada vez que se presenta como víctima de una supuesta campaña orquestada por oscuros y poderosos intereses, su imagen positiva crece mucho, y en muy poco tiempo.

Los hechos dicen que Antonini entró con una valija que contenía casi 800 mil dólares. Que uno de sus socios afirmó que era dinero de la petrolera estatal venezolana para la campaña de Cristina. Que la plata era negra y que hay mucha gente interesada en que la investigación se diluya.

Esto no significa que el gobierno de los Estados Unidos sea inocente. O que no le convenga agitar el contenido del expediente para dañar al Presidente de la República Bolivariana de Venezuela.

No creo que Horacio escriba algo de lo que no está convencido. Y tampoco creo que lo haga motivado por algún interés personal. Sí extraño al Horacio Verbitsky que ponía a los hechos por encima de las gigantescas construcciones imaginarias.

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