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Por Luis Majul (Columna publicada en Diario La Nación) Mauricio Macri crece "todos los días un poquito". Lo explicó este fin de semana, en medio de la Fiesta de la Vendimia, en Mendoza, un intendente peronista de un populoso partido de la provincia de Buenos Aires que estuvo coqueteando con Sergio Massa y con Daniel Scioli, pero que todavía no decidió si será precandidato a gobernador. Recibe un "tracking" cada 24 o 48 horas sobre la evolución del voto de los candidatos presidenciales. "Mauricio no sube a lo bestia. No explota. Pero siempre va hacia arriba, nunca para atrás", graficó.

 

Lo mismo afirma la responsable de una de las dos consultoras que menos se equivocan en la Argentina: "Desde hace más de un año, Macri aumenta la intención de voto a razón de un punto o un punto y medio por mes. Medía 14 puntos cuando el candidato más votado de UNEN tenía 12. Y ahora está tocando los 30 en todo el país. Si la tendencia se consolida, podría terminar primero en las PASO, más allá del candidato que elija el Frente para la Victoria", concluyó. Para ella, ahora mismo, el jefe de gobierno de la ciudad va primero; Scioli, segundo, a tres o cuatro puntos, y Massa, tercero, por debajo de los 20 puntos. Los voceros líder del Frente Renovador, en cambio, sostienen que eso se parece más a una operación de los medios en general y de Clarín en particular. "Nuestras encuestas lo siguen dando arriba a Sergio; segundo, a Daniel, y tercero, bastante más atrás, a Macri", dicen. Y explicaron que el apoyo de Reutemann en Santa Fe, según sus análisis, todavía no impactó en la intención de voto de ningún candidato. "Yo le recomendaría a Mauricio que en vez de operar las encuestas nacionales se preocupara de apuntalar a su candidato en la ciudad [Horacio Rodríguez Larreta]. Porque Michetti le está ganando", sentenció alguien muy cercano a Massa.

El ex intendente de Tigre le cuenta a quien quiera escucharlo que se siente orgulloso de lo que viene haciendo. "Mis dos adversarios gastan el equivalente a más de 100 patrulleros por día en publicidad y aun así no pueden sacarme de la cancha", repite. Los líderes de Pro, por su parte, están muy enojados con Massa. Aseguran que está jugando para Michetti, porque quiere amargarle la vida al ex presidente de Boca. Pero al mismo tiempo afirman que esa "operación" los tiene sin cuidado. "Horacio ya está empatando y al final va a ganar, porque el apoyo explícito de Mauricio y la gestión van a terminar de inclinar la balanza a su favor", aventuran. Los que trabajan en la campaña de Michetti dicen que Gabriela está arriba por entre un 6 y un 10% de los votos. ¿Podría un eventual triunfo de la senadora nacional impactar de manera negativa en la intención de voto a presidente del jefe de gobierno de la ciudad? Responde un alto funcionario que reporta a Macri: "No. Nuestra prioridad es Mauricio presidente 2015. Nuestro deseo es que Horacio sea el continuador de una gestión que nunca ha tenido niveles tan altos de aceptación como ahora. Sin embargo, si gana Gabriela, al otro día vamos a estar ayudándola para consolidar las transformaciones de los últimos ocho años", aclaró.

Un poco menos claras están las cosas en el Frente para la Victoria. La desconfianza es el sentimiento que se viene imponiendo. ¿Sería capaz la Presidenta de impedir que Scioli fuera el candidato a presidente del oficialismo, aun cuando es el que mejor intención de voto presenta? Esta semana más de uno recordó las conversaciones privadas que mantuvo Florencio Randazzo con periodistas y empresarios durante la primavera del año pasado. El ministro explicó: "Yo voy a ser el candidato de Cristina, porque ella piensa que soy más confiable que Daniel. Y voy a tener muchas posibilidades de ganar porque la economía va a estar mucho mejor el año que viene". ¿Soportaría el gobernador que la jefa del Estado bajara a dedo su candidatura? ¿Es cierto que está trabajando para ir por afuera, con un sello vinculado al Partido Justicialista, por si la especulación de Randazzo se convierte en realidad? ¿Están simulando los dos para polarizar la elección y lograr que el Frente para la Victoria saque más votos que Massa o que Macri?

Los últimos gestos hostiles de Cristina Kirchner contra Scioli ¿prenuncian una futura ruptura o sólo buscan condicionarlo para imponerle, en la lista, desde el candidato a vicepresidente hasta el último consejero vecinal? Los gobernadores e intendentes que ya apostaron a Scioli decretaron, por lo bajo, el "estado de alerta". Los encuestadores más atentos empezaron a trabajar en simulaciones de escenarios en los que el gobernador se presentaría por fuera del partido oficial. "Si ella decidiera morir con las botas puestas y liderar un ejército más pequeño pero más incondicional, y lo que hoy se conoce como el Frente para la Victoria se partiera en dos, sería perjudicial tanto para Scioli como para Randazzo -me dijo la misma consultora que considera que Macri va primero-. Hoy, en los papeles, ni uno ni otro estaría en condiciones de superar el 30% de los votos."

Más allá de los candidatos, las respuestas cualitativas van marcando el humor social. Ya parece claro que entre el 65 y el 70% de los argentinos no volvería a votar al oficialismo. Existe una percepción de que el cambio le va ganando a la continuidad y de que la ancha avenida de la "continuidad con cambio" o el "cambio con continuidad" depende de asuntos como la inseguridad y la economía. "El que se ponga el uniforme de comisario por encima del traje de presidente va a sacar ventaja -me dijo un brillante analista que abandonó la política en los años 90-. En octubre del año pasado, el 65% de los argentinos sentía que cada vez estábamos peor y que el futuro iba a ser más oscuro todavía. Hoy esa percepción disminuyó al 40% y eso es una muy buena noticia para el Gobierno y para Scioli." El hombre fue legislador, ministro y consultor informal de todos los gobiernos peronistas. Reconoce que Macri está gozando de los beneficios de una "buena estrella", pero considera que le falta para cantar victoria. "Si la convención del radicalismo nomina a un candidato a presidente como Cobos, Mauricio va a perder algunos votos, porque abreva en la misma fuente de la oposición. Si se impone la postura de Sanz de apoyar a Macri, aunque no integre la fórmula, Pro tiene media elección ganada." Lo que nadie se atreve a descartar es el imponderable. El dato inesperado. La posibilidad de que pase cualquier cosa que nadie previó ni imaginó. La muerte del fiscal Nisman ha servido de lección a algunos que se creían imbatibles y eternos.