LOS PROTAGONISTAS DE LA NOTICIA |
Lecciones de un día histórico |
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2. Cristina
Cristina está débil, pero nadie podría pensar que no termina su mandato.
Lo mejor que podría hacer la Presidenta después de asimilar la derrota es sacarse de encima a su marido, oxigenar el gabinete y darse la oportunidad de gobernar con su estilo, sus convicciones, sus aciertos y sus errores.
3. Néstor
Néstor acaba de perder dos peleas brutales, en el escenario que él mismo propuso y después de forzar la realidad, presionar a propios y aliados, de plantear el asunto como si fuera de vida o muerte y lograr el milagro de juntar a la oposición, desde el Partido Obrero hasta la derecha más extrema.
Néstor debería analizar a solas cuánto mal le hizo a su esposa, al Gobierno y a una buena parte de la sociedad argentina. Y debería leer las encuestas reales: algunas de ellas son lapidarias y no le dan la posibilidad si quiera, de vislumbrar un futuro más o menos auspicioso.
Néstor debería llamarse a la reflexión y al silencio. ¿Pero quién se atreve a sugerirle algo a Kichner?
4. Lilita.
Fue la que primero interpretó la envergadura del impacto de la resolución 125. La política nacional que más fuerte jugó a favor del campo. Y la que terminó convocando a los productores y al resto de la sociedad a la movilización. Su postura actual la coloca en una posición inmejorable para las legislativas del año que viene, pero los problemas internos de la Coalición Cívica la debilitan.
Carrió trabaja para aliarse con parte del radicalismo liderado por Gerardo Morales y Ernesto Sanzo. De esa eventual alianza depende en parte.
5. Mauricio
Estuvo desde el principio con el campo, pero nunca terminó de jugarse por lo que realmente cree.
Privilegió la jefatura de Gobierno de la ciudad. No fue al acto en el monumento de los españoles. Terminó desdibujado y ahora algunos de sus hombres le pasan la factura por su conducta ambigua.
Para el (año) 2011 falta mucho tiempo, repite Mauricio, y reza para que no surja una figura desde el peronismo capaz de hacerle sombra a su candidatura presidencial.
6. Duhalde
Eduardo Duhalde es el gran armador antikirchnerista.
Detrás o muy cerca de él están José Manuel De la Sota, Jorge Busti, Carlos Reutemann, Francisco De Narváez, Ramón Puerta, los hermanos Rodríguez Saa y Felipe Solá, entre otros.
A ninguno de ellos, todavía, le alcanza para jugar la candidatura presidencial, pero hay un principio de acuerdo. Durante 2009 cada uno intentará revalidar sus títulos en sus respectivos distritos. Y de ahí en mas se volverá a conversar.
A todos los une el desprecio y el rencor contra Néstor Kirchner. Y casi todos se la tienen jurada.
7. Daniel y Mario
Daniel Scioli está perdiendo capital político a pasos agigantados. Experto en sobrevivir, se encuentra en una encrucijada difícil de resolver: si se aleja de Néstor y Cristina, no puede gobernar por falta de fondos y de apoyo del Gobierno nacional; si continúa tan cerca, puede terminar de hundirse en las encuestas.
Para colmo, la jugada de Cobos lo terminó de desconcertar más. “¿Entonces, el negocio, es pelearse con el matrimonio presidencial?”, se debe estar preguntando.
Mario Das Neves deshoja la margarita. Se pregunta si debe ser candidato a presidente por el kirchnerismo o competir por fuera de ese espacio con los demás peronistas.
En todo caso, su posición es más cómoda que la de Scioli: no fue a ninguno de los actos anticampo y cuestionó la manera de operar del jefe de Gabinete, Alberto Fernández.
8. Alfredo
De Angeli detonó como la gran figura mediática. Sencillo, sincero, su imagen positiva resiste hasta que se haya quitado el diente postizo frente a una cámara de televisión. Es la cara de la lucha del campo contra la resolución 125 y el autoritarismo y la prepotencia del Gobierno.
Más allá de todas las versiones, el presidente de la Federación Agraria de Entre Ríos sueña con transformarse en el gobernador de su provincia en el próximo período.
9. El país
Ayer, daba la sensación que una derrota del Gobierno podía desembocar en una crisis institucional.
Hoy, al contrario, parece que lo humano le ganó a lo político.
Un ser humano, común y corriente, de regular para abajo, le dijo no a una maquinaria de poder, intolerante y ciega.
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