SOBRE EL NUEVO JEFE DE GABINETE
Massa, el alquimista

Sergio Massa jura en la Casa RosadaPor: Luis Majul. Si fuera por él, Sergio Massa iría por todo, y bien a fondo. Le diría a Néstor Kirchner en la cara que lo mejor que puede hacer es dar un paso al costado y dejar tranquila a su mujer. Echaría a Guillermo Moreno ayer. Convencería a la Presidenta sobre la necesidad de mejorar su relación con los medios y le sugeriría que diera conferencias de prensa, en Olivos, con límites de preguntas pero con la máxima libertad posible.

Le daría pauta oficial a todos los medios, incluidos los considerados sus máximos enemigos.

(Hay algo que ya hizo: abrió las puertas de La Casa Rosada para recibir a La Cornisa, algo que no sucedía hace por lo menos cuatro años).

Desarmaría el INDEC y lo reemplazaría por otro con estadísticas serias y confiables.

Lo llamaría inmediatamente a Julio Cobos y lo pondría a conversar largo y tendido con Cristina, para que terminaran de acordar una convivencia inteligente.

“Si ustedes dejaran de hablar una semana de Moreno, Moreno se iría”, dijo ayer a un periodista.

“Dame un mes de chance, y con dos o tres acciones y dos o tres anuncios cambia el humor, cambia la política y cambia todo”, agregó.

No sé si será voluntarismo o ingenuidad del propio Massa, o escepticismo crítico de periodista, pero si todo lo que desea el jefe de Gabinete sucediera, no sólo cambiaría el Gobierno.

Cambiaría el país.

Se hablaría de milagro.

Es decir: el ex presidente Kirchner se convertiría en otra persona.

Cristina también sería otra. Una muy distinta a ella misma.

Y Massa no solo se tranformaría en un jefe de Gabinete exitoso, sino también en el mejor psicólogo y el más grande alquimista político de la República Argentina.

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