¿Por qué no dialogan con la oposición, así se quitan el cartel de cerrados y autoritarios que tan mal cae en los centros urbanos donde pierden votos casi todos los días?

¿Por qué no dejan de maltratar a empresarios, periodistas y a todos los que no consideran amigos y son colocados por ellos mismos en la categoría de enemigos?

¿Por qué no evitan la sobreactuación del discurso antinorteamericano al mismo tiempo que anuncian la cancelación del pago de la deuda con el Club de París y la reapertura del canje de la deuda a los bonistas que no aceptaron la oferta en el año 2005?

Porque ganan igual

Cada una de estas preguntas necesita una respuesta, pero hay una explicación sencilla, que contiene a todas las demás: porque Néstor y Cristina están seguros de que no necesitan cambiar para ganar las elecciones legislativas del año que viene, conservar el poder hasta 2011 y a partir de ahí soñar con otro turno, aunque todavía no le pusieron el nombre al candidato.

-La oposición va a ir a las legislativas dividida, y el Frente para la Victoria será la primera minoría con cerca del 35 por ciento de los votos -calculó este fin de semana un ex ministro que conoce demasiado al matrimonio presidencial-.

Después me ayudó a responder, una por una, las preguntas de más arriba.

-“A Moreno no lo saca no sólo porque teme que se desmadren los precios. Moreno representa nada más y nada menos que el control de Kirchner sobre las empresas privadas.”

-“De Vido y Jaime, en cambio, representan los negocios. El avance sobre las empresas públicas, los concesionarios, y todas las companías que reciben subsidios y que hoy no podrían operar sin esa gracia del Estado. De Vido y Jaime se van a ir el día en que Cristina o Néstor se tengan que ir”.

-“Ellos siempre entendieron el diálogo con la oposición y el buen trato con los empresarios y los periodistas como una debilidad. Como un dato que expresa la pérdida de poder real”.

-“Ellos saben que el discurso antinorteamericano todavía pega, y muy fuerte, en una buena parte de los argentinos”.

Néstor y Cristina siguen adelante, solos contra el mundo. Y todos los que conocen la maquinaria electoral del PJ y hacen matemáticas con la dispersión de la oposición sostienen que tan equivocados no están.

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