GUÍA PARA CAMBIAR DE STATUS EN LA TV
Manual de reposicionamiento mediático

Chiche Gelblung Mirtha en el programa de Chiche en Canal 13Por: Julián Gorodischer. Si usted es un conductor de televisión que, por X motivo, quedó ligado al sensacionalismo en el manejo de información, pero sobre todo si quiere moverse de ese estrato de la noticia ligado a destinatarios de bajos ingresos y publicidad de segundas y terceras marcas, y más aún si  siente que la limitación publicitaria y el desdén de las clases media y media alta obstruyen su sueño de ser aceptado por el “tono neutro” de las mayorías, entonces lea con atención las siguientes recomendaciones extraídas del caso Chiche Gelblung. Después aplíquelas a su vida. Hace falta el patrocinio de una empresa de multimedios importante, y –siendo así- el proceso de transformación ha sido iniciado:

*Consiga que Mirtha Legrand le conceda una entrevista, pero luego no acote la presunta “entrevista” a uno o dos bloques; expándala; haga que ella presencie la presentación de un informe sobre X tema; que permanezca hasta que la situación de entrevista vaya cediendo ante la de co conducción. De ese modo usted está quedando homologado a la estelaridad de la diva, comparte cartel; ambos se presentan ante la audiencia “a la par”. Entonces, se re jerarquiza al ser visto en dupla. Usted está ampliando su público.

*Envíe un cronista a preguntar, en una encuesta callejera, por preferencias en la forma de dar muerte. Regodéese en esa parodia de una pretendida polémica seria. Demuestre que a la gente le gusta la sangre; haga que la diva siente posición a partir de esa encuesta callejera. Usted, involucrando a un tercero de estas características, está logrando infiltrar el informe sensacionalista (el impacto como efecto de sentido que regula la argumentación y la narración) en el “tono neutro”. Ya es la voz de la mayoría.

*Lo principal es que, en presencia de la diva, usted se homologue a ella –aunque parezca forzado- en rango de estelaridad. Centre la conversación en las peleas y reconciliaciones que tuvieron a través de los años; diseñe un mapa de trayectorias paralelas (aquí los encuentros que los unieron y desunieron). Hágale saber que ella le debe mucho a usted. Entre las deudas que debe enumerar una por una, mencione incluso cuando hizo poner una cámara en el cuarto de su hijo moribundo o cuando difundió las imágenes de back stage que la mostraban insultando desencajada. Recuerde: este paso es fundamental. Aunque ella discuta, insista en que usted es el que logró su “buena llegada con la gente joven”. 

*Su reposicionamiento mediático, una vez producido, permitirá que anteriores rótulos como “escandaloso” o “sensacionalista” vayan dejando paso a nuevas etiquetas como “cínico”, “implacable”, “peligroso”. El cambio es positivo. Usted empieza a  ser considerado por “el medio” como una especie de profeta cínico, quedando emparentado, aunque sea vagamente, con otros profetas cínicos como Roberto Pettinato o Fernando Peña. Su cambio de estatuto le permite legitimarse como removedor de statu quo. El sensacionalismo no le quedaba bien ya que connota: mercantilismo exacerbado, simplificación del relato, puro ruido. Con lo mismo, la nueva máscara lo favorece: le atribuye una misión en términos colectivos (agitar, ser revulsivo). Usted ha sido rejerarquizado.

Disfrútelo.

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